Dicen que está loco, y lo demuestra cada vez que puede. Con un grito desaforado o con un golpe a su propia cabeza. Santiago Silva es temperamental como pocos y, a veces, exhibe cierta inestabilidad anímica, que llama la atención. Anoche, luego de la derrota de Boca ante el Corinthians, en la vuelta de la Copa Libertadores, el uruguayo le robó una cámara a un periodista que filmaba en el pasillo que usaban los jugadores para acceder al vestuario.
Luego del manoteo del Tanque, el periodista hizo la denuncia a la policía que estaba en el estadio y logró recuperar la cámara, luego de hablar con los dirigentes.
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