Video escándalo: Alberto Fujimori maneja penal en Lima

El video, difundido este miércoles 30 de enero por el diario La República, es de julio de 2012 y contiene una conversación entre Fujimori y dos funcionarios penitenciarios.

Alberto Fujimori y los policías hablan sobre una plaga que ha atacado los cultivos plantados por el ex presidente. Luego de cerciorarse, Fujimori ordena a ambos trabajadores penitenciarios comprar insecticidas y hace comentarios jocosos sobre su enfermedad.

El ex fiscal Avellino Guillén, quien formó parte de la comisión que sentenció a Fujimori, dijo que la Comisión de Gracias Presidenciales debe analizar el video. Según Guillén, las imágenes muestran que Fujimori tiene un buen estado de salud, por lo que su vida no correría peligro y no sería necesario un indulto, como plantean sus familiares.

«Aquí (en el video) se observa que Fujimori tiene el control y manejo del establecimiento, da órdenes a funcionarios penitenciarios y tiene un aceptable estado de salud. En mi concepto, permite sostener que no es viable el otorgamiento de indulto humanitario», manifestó Guillén.

Días atrás, el ex mandatario peruano se negó a recibir en su celda a la junta médica designada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) a pedido de la Comisión de Gracias Presidenciales del gobierno de Ollanta Humala.

El equipo médico iba a evaluar el estado de salud de Fujimori como parte de losprocedimientos para el indulto humanitario.

Alberto Fujimori (1990-2000) cumple una condena de 25 años de cárcel impuesta en 2009 por ser considerado autor mediato de dos matanzas, que dejaron 25 muertos, perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte integrado por oficiales del Ejército, denominado grupo Colina, y el secuestro de un periodista y un empresario en 1992.

El ex gobernante, que además tiene varias sentencias por corrupción -derivadas de la organización mafiosa encabezada por su ex asesor Vladimiro Montesinos-, que en la práctica no tienen valor porque en el Perú se paga la condena mayor. Está preso en un cuartel de la Policía en Lima, donde, según denuncias periodísticas, goza de comodidades y de una amplia benevolencia.

Fuente: america.infobae.com