Nadie sabe cómo se llama el jugador. Mejor para él. Ni siquiera se conocen los equipos. Lo que está claro es que este brasileño ejecutó el peor tiro libre de la historia del fútbol.
El 8 de los blancos tomó carrera y llegó a la pelota dando pequeños saltitos, como si fuera a colgar la pelota de un ángulo. Pero no. El remate de derecha fue un mamarracho que terminó en un saque de costado. La próxima vez, dejá patear algún compañero que no se haya puesto los botines al revés.
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