«Un artista de la estafa», lo definen los medios norteamericanos que se hacen eco de las andanzas de Parkin en Nueva York, donde vivió durante seis años con la «herencia» de su madre, Irene Prusik.
La mujer falleció en 2003, pero su hijo decidió adulterar el certificado de deceso para continuar gozando de los ingresos de la jubilación de Irene. Ella le había transferido la casa en la que vivía a Parkin, pero éste no pudo mantenerse al día con los pagos y fue rematada. Poco después, demandó al nuevo propietario en nombre de su madre -que ya había fallecido- alegando un fraude hipotecario.
Ante las dificultades económicas y problemas legales suscitados para realizar trámites, comenzó a tener más conductas extrañas. Al parecer, temía no poder conseguir su licencia de conducir, por lo que también asistió al Departamento de Vehículos Motorizados de la Gran Manzana vestido con ropas de su madre. Pretendía obtener una renovación de su carné de «conductora».
Para hacerse pasar por su madre tenía un cómplice: su sobrino Mhilton Rimolo, que lo acompañaba como asistente. Ambos terminaron arrestados. Al llegar la policía, Parkin ensayó una explicación sobre los hechos: «Sostuve a mi madre cuando se estaba muriendo y tomé el aire de su última respiración, así que yo soy mi madre».
El bizarro episodio concluyó con el anuncio del fiscal de distrito Charles Hynes, quien señaló que Parkin fue detenido bajo tres cargos: robo, falsificación y perjurio. La sentencia por estos delitos podría estirarse hasta los 83 años de prisión.
Fuente: www.infobae.com