Podría ser una frívola comedia norteamericana pero no. La historia es así, una pareja se encontraba felizmente casada en el norte de China hasta que tuvieron su primer hijo y el hombre notó que el recién nacido, quien no era muy agraciado, no se parecía ni a él ni a la madre.
Según la nota del portal PijamaSurf, preocupado por ser víctima de infidelidad, Jiat Feng cuestionó a su mujer por la apariencia del bebé hasta que ella confesó lo menos esperado: antes de conocerlo, había gastado cien mil dólares en cirugía plástica para modificar su apariencia real.
Feng accedió a fotografías de su esposa, previas a las múltiples cirugías, y confirmó que el bebé había heredado los rasgos característicos y por siempre ocultados de su madre.
Tan angustiado estaba Feng, que demandó a su mujer, alegando que era demasiado fea y que lo había engañado al hacer pasar su imagen actual como un regalo de la naturaleza.
Las autoridades locales sentenciaron a favor del hombre y ahora será recompensado con 120 mil dólares.
Triste que la justicia avale algo tan relativo, frívolo y estereotipado como la apariencia física.
Fuente: http://www.diarioveloz.com