De acuerdo a la confesión de David Viens ató a su esposa Dawn, de 39 años, con cinta adhesiva para que no se escapara. «No quería que condujera intoxicada, perdida por la cocaína y la bebida«, argumentó. No era la primera vez que lo hacía. Confiado, se fue a dormir. Pero cuando despertó cuatro horas más tarde, la encontró muerta y entró en pánico.
«La cociné por cuatro días. La dejé enfriar, la colé y luego tiré los restos a la basura«, declaró a los investigadores. Su cuerpo nunca fue encontrado después de su desaparición en octubre de 2009.
Sin embargo, la fiscal Deborah Brazil pidió que Viens fuera declarado culpable de asesinato en primer grado, con el argumento de que la muerte de su esposa no fue un accidente. «Probablemente se murió de una manera mucho más violenta», afirmó, y mencionó un probable estrangulamiento. «Es por eso que el acusado necesitó los cuatro días para destruir por completo y desechar el cuerpo de Dawn Viens».
Viens optó por no declarar durante el proceso. Los seis hombres y seis mujeres del jurado deliberaron durante cinco horas y media antes de entregar su veredicto de asesinato en segundo grado.
Viens compareció ante el tribunal en una silla de ruedas como consecuencia de las heridas sufridas tras saltar 25 metros de un acantilado en febrero de 2011, poco después de decirle a su novia que la muerte de su esposa fue un accidente. También le dijo a su hija que su esposa había muerto casualmente.
Fuente: america.infobae.com/