Dicen del más noble y profundo de los sentimientos que su fuerza es inmensa. tan poderosa, que puede vencer a la muerte y mantener unidos a dos seres por siempre, juntos, resucitando una y otra vez, para reencontrarse a través del tiempo y el espacio.
Antes de centrarnos en el tema de este artículo, es importante precisar primero qué se entiende por “reencarnación”: es decir, la posibilidad de que el alma encarne en distintos cuerpos a lo largo de diferentes vidas.
Religiones milenarias como el hinduísmo han hecho hincapié en este fenómeno, afirmando que cada alma tiene una misión que cumplir, para poder acceder así a una vida mejor o, en caso contrario, para permanecer en la Tierra hasta alcanzar la evolución. Por otra parte, esta evolución se realiza siguiendo las pautas que marca la Ley del Karma, según la cual, las buenas acciones son premiadas y las malas, castigadas.
EL AMOR, ESE GRAN DESCONOCIDO
Aún hoy, en los albores de un nuevo siglo, resulta difícil decir qué es el amor: ¿es un sentimiento?, ¿una forma del alma?, ¿un objetivo en la vida?, ¿una energía?
Ante todo, es irrefutable que el amor es una fuerza que moviliza a las personas en su búsqueda.
Se trata de una de las energías más poderosas que puede experimentar el ser humano. Prueba de ello es la sensación de plenitud que los enamorados experimentan, ya que parecen vivir más intensamente. Así también, puede decirse lo contrario, que la falta de amor genera en quienes la padecen una pérdida del sentido de la existencia.
Desde esta perspectiva, el amor es una de las brújulas que guían el recorrido de la vida humana. El deseo de ser amados y amar nos provee un móvil, un motivo de esperanza existencial, a la vez que parece ser una de las pocas vías para alcanzar una existencia plena.
EL AMBIGUO LíMITE DE LA MUERTE
La historia del universo se muestra infinita a los humanos y resulta difícil imaginar cómo fue el comienzo o tratar de suponer cómo será el final. La eternidad atraviesa la energía universal y la ordena, le da sentido. Y eso es la vida: una forma de energía que el universo modela, uniendo fuerzas positivas y negativas, imponiendo pruebas que la eleven hacia un nivel superior. Disponemos de toda la eternidad para ser mejores personas y, por lo tanto, desconocemos el momento de la partida y el de la llegada. Algo similar es lo que sucede en el amor: es una fuerza que no tiene principio y tampoco final, una corriente vital que siempre ha estado y estará a nuestro alcance, permitiéndonos crecer espiritualmente.
Pero el amor tiene grados de elevación diferentes, alcanza grados complejos de sutileza y superación y, muchas veces, puede ser confundido con la pasión por una atracción kármica negativa: hacer que dos personas se unan porque ambas poseen la misma deuda kármica y se necesiten mutuamente para revertirla. Esta clase de uniones, por lo general, concluye cuando ambas deudas están saldadas y no deben ser confundidas con el “amor eterno”.
EL KARMA
El amor es la unión perfecta de la energía de dos almas, y se vuelve eterno cuando ambos karmas logran compatibilizar todo lo que tienen de positivo y negativo. La posibilidad de vivir un amor eterno es realmente remota, debido a que existen tantas formas de energía, tantas almas diferentes, que es casi imposible que dos fuerzas enteramente compatibles se encuentren.
Pero, cuando esto sucede, las almas se unen vida tras vida, porque se necesitan una a la otra. En este sentido, el amor lo puede todo.
CÓMO COMPROBARLO
Existen diversas formas de verificar si el amor que se está vi-viendo en el presente también fue experimentado en una vida anterior. Una de las más utilizadas en la actualidad es la “Terapia de vidas pasadas”. Éste es un tratamiento de curación destinado a descubrir en cada persona aquellas situaciones experimentadas en una vida anterior, que no se recuerdan a nivel consciente. Es un medio para detectar deudas kármicas, dilucidar traumas y descubrir qué amores se vivieron en el pasado. Este método utiliza a la hipnosis como una forma de acceso a la memoria eterna del sujeto. Sin embargo, no siempre se puede tener acceso a una vida pasada por este camino. En algunos casos, la terapia no logra traspasar la vida presente y se detiene en algún momento olvidado y traumático de la infancia. Otro de los problemas surge cuando lo revivido es incomprensible para el sujeto. Es el caso de las personas que comienzan a hablar en un idioma desconocido o que recuerdan vidas con las cuales no pueden establecer ningún contacto. La dificultad radica en la imposibilidad de poder decodificar estos datos.
UN AMOR PARA SIEMPRE
El amor eterno es una de las pruebas de que el orden universal busca que comprendamos que el sentido de la vida es desarrollarnos espiritualmente para ser mejores. Claro que esto no siempre ocurre. El amor no se reproduce a lo largo del tiempo ni espontánea ni fácilmente.
En muchos casos, las uniones no generan la fuerza necesaria. Se trata de fuerzas que no se repelen ni se atraen, sino que simplemente pueden vivir la una sin la otra. “Cuando asistí con mi novio para comprobar si estábamos unidos desde vidas anteriores” -dice Roxana, después de asistir a las sesiones de un terapeuta en vidas pasadas- “fue muy grande la desilusión al enterarme que no era así, que era la primera vez que nos encontrábamos. Pero mucho más grande fue la tristeza de descubrir que nuestras almas no se atraían como creía”.
¿CUÁNDO NOS CONOCIMOS?
Una de las premisas básicas a la hora de comprobar si el amor que sentimos lo estamos viviendo por primera vez es no dejarse engañar por los sentidos. Muchas veces creemos estar enamorados, aunque no sea efectivamente así. Resulta conveniente, entonces, preguntarse quién es la pareja que está a nuestro lado y responder preguntas como éstas: ¿qué cosas le gustan?, ¿cuáles son las cosas que ama?, ¿qué tipo de sucesos le producen tristeza?, ¿cuáles son sus sueños?, etc. Luego, hay que comparar las respuestas con lo que uno respondería y observar si se dan coincidencias.
Puede no tratarse de un verdadero amor, en este caso, no tendría sentido asistir a un profesional para averiguar si éste se dio en el pasado, ya que no se dan coincidencias en el presente.
Es necesario comprender que el hecho de comprobar que el que se vive no es un amor eterno que viene del pasado no significa que no pueda serlo hacia el futuro. Como ya se dijo, la historia es infinita y bien puede suceder que lo que se esté viviendo sea el inicio de un amor eterno. Lo maravilloso del amor es que nos proporciona felicidad y que al universo mismo le produce goce el hecho de que dos formas de energía compatibilicen a la perfección.
MEDITACIÓN EN PAREJA
Otro de los métodos para descubrir la clase de relación que se tiene es hacer meditación en pareja.
Uno de los ejercicios consiste en desplegar una sábana blanca en el centro de una habitación vacía y a oscuras. Ambos miembros de la pareja deben recostarse sobre ella, tomados de la mano y cerrar los ojos.
En esa posición, tienen que pensar en un universo blanco, visualizar un punto negro en el centro de ese universo imaginario, ver cómo ese punto negro se agranda hasta convertirse en un universo negro.
Luego, deben visualizar un punto blanco en el centro de ese universo negro, ver cómo ese punto blanco se agranda hasta convertirse en un universo blanco. Tienen que repetir la operación hasta que ambos miembros de la pareja lleguen a una relajación total.
Después, deben visualizar cinco elementos de libre elección, sin comunicárselo previamente.
Una vez finalizado el ejercicio, hay que comparar las imágenes visualizadas por cada uno de los integrantes.
RECORDANDO
En general, una sesión inicial de un tratamiento de vidas pasadas dura dos horas. Son dadas por psicólogos profesionales que, por lo general, utilizan tres metodologías: una primera sesión de hipnosis para desentrañar el pasado, y luego sesiones psicológicas para trabajar solo o en pareja.
En estos encuentros con el terapeuta, se utilizan, en dosis graduadas, introducciones hipnóticas que van aumentando gradualmente de complejidad.
Este tipo de terapias, siempre que sean realizadas por un profesional competente, puede llegar a resolver conflictos arcaicos que perviven en el alma desde tiempos inmemoriales. Fuente