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Existen muchos mitos acerca de la alimentación en esta época del año. El frío nos invita a comer productos más cálidos, y a su vez, la estacionalidad de las frutas y verduras, muchas veces, nos obliga a restringir su consumo. Además, solemos disminuir la práctica de ejercicios… ¿Y qué pasa con nuestro cuerpo? Las estadísticas indican que engordamos entre 4 y 5 kilos durante estos meses. ¿Se puede evitar?
¿Debemos ingerir más calorías en invierno, tener una dieta diferente a la del verano? Jessica Elgueta, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico entrega las respuestas y nos da las claves para no engordar. Te vas a sorprender.
¿Es verdad que si “el cuerpo nos pide comer más calorías por el frío”, esas calorías se quemarán naturalmente y no engordemos?
La creencia popular, que en invierno hay que consumir alimentos con mayor aporte calórico, (más altos en sacarosa e hidratos de carbono o lípidos), ya que estos tendrían efectos en mantener la temperatura corporal, y no engordaríamos, está equivocada y lejos de la realidad. Nuestros requerimientos energéticos no se modifican según las estaciones del año, pero si influyen en nuestro gasto energético la menor frecuencia de ejercicio físico que se observa en esta época, lo cual afectaría directamente en disminuir las calorías que necesita nuestro organismo, siendo esto una de las razones de las alzas de peso observadas en esta estación. Factores psicológicos aumentan los estados ansiosos influidos por el cambio en la luminosidad y la temperatura ambiental, lo que se puede manifestar en deseos de ingerir alimentos ricos, sabrosos con alto contenido de azúcares simples, e hidratos de carbono, pero no tiene relación con nuestro metabolismo, sbre todo por las condiciones ambientales en que se vive en la actualidad, con casas calefaccionadas y con ropas adecuadas para época. Esta ingesta de productos más calóricos tiene que ver más bien con factores culturales, hábitos familiares y sociales. En esta época nos gusta preferir masas, productos de repostería, chocolates, frituras, sopaipillas, etc.
¿Nuestros hábitos diarios deben ser los mismos que en verano, en términos de cantidad de ingesta de proteínas, carbohidratos, cereales, frutas y verduras?
Si, lo ideal es mantener de manera constante una alimentación saludable equilibrada, idealmente la dieta mediterránea durante todo el año, adaptándose a la disponibilidad de alimentos según la estacionalidad , pero siempre moviéndose dentro de la selección de alimentos la esta dieta. Esto asegura una ingesta adecuada de macro y micro nutrientes y evita fluctuaciones de peso durante el año, las que son dañinas para nuestro organismo, lo ideal es la mantención del peso dentro de los límites aceptables para la estatura y evitar las dietas “yo-yo”, sino que incorporar los hábitos de una vida saludable y una alimentación sana, como una forma de vida, constante. En nuestros requerimientos los que se ven alterados son principalmente las necesidades hídricas, que se deben aumentar en verano por el aumento de las perdidas por el calor.
¿Cómo podemos reemplazar los aportes de las frutas y verduras que no son de estación y que son notoriamente de menor calidad la mayoría de las veces?
Si bien en invierno disminuye la variedad de vegetales, principalmente de frutas, la disponibilidad de ellos actualmente es mejor y contamos con frutas de la estación, las cuales hay que privilegiar en su consumo, como: manzanas, peras, pepinos dulces, naranjas. Con ellas de puede y debe cumplir con la recomendación de 5 al DIA, con lo que estamos asegurando la ingesta de vitaminas y minerales y fibra, recomendadas. En el caso de las hortalizas como los tomates, aunque su sabor y características organolépticas, sean menores, el valor nutritivo de aporte de los nutrientes más importares no tienen modificaciones significativas, por lo que su consumo también estaría recomendado. También existen algunos alimentos a los que se pueden recurrir para tener buenos aportes de nutrientes esenciales, a modo de reemplazo como los frutos secos, que son fuentes ricas en antioxidantes (vitamina E y selenio), minerales y fibra. A diferencia de la fruta fresca de la que se come solamente la parte carnosa, tienen menor porcentaje de agua y mayor aporte energético por lo cual deben consumirse en porciones pequeñas Son alimentos muy nutritivos y completos, que se adaptan fácilmente a distintos platos, ya sean dulces o salados, o bien se consumen como aperitivos o tentempiés.
Factores que nos hacen engordar:
Durante el invierno, son varios los factores que influyen en esta alza de peso corporal, que se observa en parte de la población. Para que se presente un alza de peso, se debe alterar el equilibrio nutricional que se define como un balance entre la ingesta alimentaría y el gasto energético. En este periodo del año por diversas razones: climáticas, de estacionalidad de alimentos Pueden influir y sumarse varios factores que disminuyen el gasto energético y aumente las calorías totales en la ingesta diaria, lo que genera el aumento de peso, como son:
-Las tradiciones culturales que nos enseñan que en invierno aumentemos el consumo de alimentos como sopaipillas, masas de repostería, calzones rotos, etc., que no se consumen en forma habitual en otra época del año.
-Disminución de la actividad física, disminuyen las actividades al aire libre, y también se observa un descenso del ejercicio físico en general, actividades en gimnasios y practica de otros deportes.
-También estamos menos conscientes de nuestro peso y de las alzas que se presentan, porque llevamos el cuerpo más tapado, con ropa de abrigo, que en verano.
Alimentos que no debemos consumir en Invierno
Los alimentos altos en calorías, con gran contenido de grasas, hidratos de carbono y sacarosa, azúcares simples. En esta categoría entran todas las masas y productos de pastelerías, repostería, queques, kuchen, sopaipillas, calzones rotos, sobretodo las masas fritas porque tienen las calorías adicionales que aporta la cantidad de aceite que absorben durante su preparación y el cual tiene un alto aporte calórico (1 CC aporta 9 Calorías), además de la trasformación química del aceite durante las frituras repetidas que generan elementos dañinos para la salud. El mismo alto aporte calórico lo tienen todo tipo de cremas: salsas con crema, crema de leche, cremas dulces, como crema chantilly, crema pastelera, etc. Los dulces y chocolates y golosinas.
Para tratar de alcanzar el peso ideal es importante realizar una buena selección de alimentos, respetar los horarios y no excederse en el tamaño de las porciones, junto con esto mantener un buen nivel de actividad física, ambas condiciones son sencillas de cumplir si la tarea de manera responsable.
Fuente: http://mujeres.grupopublimetro.cl
