Estás haciendo una carrera excelente en tu trabajo y por eso te han ascendido. Tendrás un mejor puesto, el sueldo también subirá, pero habrá que cargar con más responsabilidades.
Se viene una etapa diferente y acá te contamos cómo llegar a ser una buena líder para no decepcionar a la empresa y tampoco a ti.
Claves que funcionan
Confiar en ti misma: si llegaste hasta acá es porque tienes la esencia. Seguro son unas cuantas cualidades que a veces no viene mal recordar. Confiar en ti misma y en tu intuición no te dejará dudar a la hora de tomar riesgos y dar un paso importante hacia adelante. Pero recuerda que a veces puede fallar, y que no es tan malo, ya que de los errores también se aprende.
Eso sí, también tiene que haber espacio para la autocrítica. Una idea que puede ayudarte a mejorar, es hacer una lista con tus virtudes y otra con tus puntos débiles.
Encontrar un referente: es alguien a quien admiras y te identificas. Intentar seguir los pasos de esa persona, sería como tomar un atajo en aquel largo camino profesional que se hace al andar. Saber cómo actúa, cuales son sus ideas, aprovechar la experiencia, puede ser de gran ayuda.
Ser organizada: para armar una estructura se necesitan las cosas claras. Es decir, establecer un orden porque, de lo contrario, el caos puede repercutir en nuestro trabajo. Al tener una organización planeada, sabemos hasta dónde hemos avanzado y cuál es el paso siguiente a dar. De todas maneras, siempre es importante fijar metas para saber a dónde queremos llegar.
Puntualidad: es una característica que nos muestra confiables y prolijas. Además, como en el punto anterior, nos permite ser ordenadas.
La objetividad ante todo: a las mujeres nos acusan de ser demasiado sensibles y mezclar las emociones o los problemas personales con los laborales. Puede haber algo de cierto, aunque los hombres se aprovechan de eso y exageran. Para ellos somos las lloronas o las histéricas. No les demos la razón y recordemos que “negocios son negocios”. Una no suele buscar amigos en la oficina. Lo mejor es mantener la intimidad lo más lejos posible.
Saber rodearse de los mejores: tener un buen equipo en el que podamos confiar y delegar las tareas que nos sobrepasan, es uno de los puntos fundamentales para sostener una buena estructura. Elegir a la gente adecuada, además de escuchar sus opiniones y los aportes que tienen para hacer a los proyectos, habla de alguien inteligente. Siempre, nutrirnos de los demás nos enriquece.
Nuestros subordinados: otro de los puntos fundamentales para ser una buena líder es saber manejar a la gente que tenemos a cargo. Imponer los límites, sin desbordes ni malos tratos; repartir las tareas conociendo el punto fuerte de cada uno, ser lo más justas posible, incentivar la integración del grupo, defenderlos si es necesario y comunicar correctamente los pasos a seguir, son pilares que los mantendrán entusiasmados con su trabajo y los volverá más fieles. Asimismo, es importante felicitarlos y alentarlos cuando se lo merecen.
Ser perseverante: hay momentos en los que tendremos ganas de bajar los brazos. Nadie regala nada. Pero debemos recordar que toda mujer sabe luchar por lo que quiere, exponiendo sus mejores armas, aún cuando la victoria parezca lejana.
Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com