Golpes, balazos, cuchillazos. Una y otra vez asestados con violencia posesiva. Así los mataron. Más allá de la crueldad de los homicidios lo llamativo es a quiénes causaron estas heridas mortales: nada menos que a sus progenitores. Cuando se habla de parricidio se recuerdan, al menos, tres casos mediáticos: el de los hermanos Schoklender , que según la Justicia asesinaron a golpes …
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