Las dos tienen algo en común: un físico privilegiado en el que invierten muchas horas de gimnasio.
En el caso de Guillermina, de 34, hay una explicación detrás: su profesión de modelo, que prácticamente la obliga a mantenerse en forma. No olvidemos que Valdés tiene tres hijos (fruto de su relación con Sebastián Ortega).
Sol, de 33, al parecer, goza de buenos genes y, si bien complementa con un arduo entrenamiento, no es parte de su trabajo verse bien (es empleada de Marketing).
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