Una israelí se tragó en forma accidental el elemento y para colmo de males el objeto no salía en las radiografías. Luego de ver a un par de médicos, pudieron extraérselo sin cirugía.
Fue un accidente que le pudo costar la vida. La joven se inclinó sobre un grifo con un cepillo de dientes en su boca y éste se deslizó por su garganta. «Estaba muy asustada. Traté de extraerlo, me provoqué el vómito, pero todo fue en vano”, asegura Bat-El Panker, la protagonista de la historia. La israelí fue a un hospital local para que le hicieran una radiografía, pero los médicos no encontraron nada y la mandaron a casa.
“Pedí que me hicieran de nuevo una radiografía, porque sabía que me había tragado un cepillo grande, pero nadie me creyó. Todos pensaban que estaba loca».
Al día siguiente, sufriendo fuertes dolores, Panker fue a otro hospital, donde el objeto tampoco apareció en la radiografía. Ni los rayos X , ni los ultrasonidos mostraron nada y sólo cuando los médicos la enviaron a hacerse una tomografía computerizada el cepillo fue descubierto finalmente.
El doctor Uri Segol consiguió sacar el largo cepillo sin cirugía gracias a un equipo endoscópico. «Hemos utilizado tanto el equipo estándar como opcional, y estoy feliz de que hemos sido capaces de ayudarla sin cirugía», comentó Segol.
“De este caso se aprende la lección de que a pesar de toda la tecnología y toda la experiencia, los médicos deben escuchar a los pacientes en primer lugar», concluye.
Fuente: http://www.cronica.com.ar