Un hombre, mientras conducía un automóvil con su flamante Samsung Galaxy SIII colocado en el holder para coche y sin que estuviera conectado al cargador, fue sorprendido cuando el teléfono explotó, lanzando un humo blanco.
Se detuvo de inmediato para examinar el teléfono, observando que se había quemado en la parte inferior, además de que la cubierta trasera se derritió.
El usuario llevó el teléfono a su operador, donde le dijeron que el teléfono tendría que ser enviado a Samsung.
Lamentablemente eso fue lo único que hicieron por él, sin darle algún teléfono de reemplazo, o alguna forma de compensar el peligroso defecto de su dispositivo.
Aparentemente Samsung se enteró de este caso y emitió una declaración que dice que la compañía tiene conocimiento de la situación y está investigando.
«Ha habido publicaciones recientes en línea que muestran imágenes de un Samsung Galaxy SIII que parece tener daños relacionados con el calor en la parte inferior del dispositivo. Samsung está consciente de este problema y comenzará a investigar tan pronto como recibamos el producto en cuestión. Una vez que la investigación esté completa, podremos dar más detalles sobre la situación. Estamos comprometidos a proporcionar a nuestros clientes los productos más seguros posibles y estamos viendo esto de forma seria», dice la declaración.
Mientras tanto, el hombre escapó de recibir daños graves en la cara, manos o a la altura de su bolsillo, en caso de que el teléfono hubiera estallado cerca de su cuerpo. /Terra