En momentos en los que se utiliza el teléfono móvil hasta para sacar fotos a las comidas y subirlas a Instagram u otras plataformas, desde el restaurante Eva, de Beverly Boulevard, Los Ángeles, afirman que la idea es poder disfrutar de un «ambiente limpio».
«No hay nada mejor que ver a dos personas sentadas y conectadas entre sí, y no a través de sus celulares», afirmó el chef del local, Mark Gold, en declaraciones a la radio KPCC, con respecto a la propuesta.
«Nuestro objetivo no es sólo evitar que la gente se distraiga. Queremos que nuestros clientes se sientan como en casa, y queremos que la gente hable en un ambiente sin conexión a Internet», añadió.
El descuento del 5 por ciento sobre el total consumido se realiza a los comensales que dejan su teléfono en la entrada. Hasta el momento, más de la mitad de las personas que asisten se encuentran a tono con la iniciativa.
El año pasado, el restaurante Rogue 24, de Washington DC, había llegado un poco más lejos con las restricciones, y no permitía el uso de celulares ni cámaras de fotos, aunque debió dar marcha atrás por la poca aceptación que tuvo la medida.
Fuente: http://america.infobae.com