Uno se toma el último vaso de whisky y le queda la botella de esa marca que tanto le encanta y siente que de alguna manera se quiere quedar con ella. Si eso te pasa, te convendría invertir unos pesos en el cortador de botellas Kinkajou. Ahora podés preservar los recuerdos de estas delicias transformando tus botellas favoritas en vasos.
El Kinkajou marca el vidrio de la botella y poniéndola en agua caliente (o alternando fría y caliente, depende de la botella) la parte superior se partirá suavemente. Este aparatito viene con papel de lija para pulir el corte hasta llegar al punto en que podrás disfrutar de un buen trago de agua luego de una noche de tragos.
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