Cuando iniciamos el estudio de cualquier tema místico generalmente estamos llenos de temor, este desaparece gradualmente en la misma proporción en que se va adquiriendo conocimiento. Tu ángel de la guarda personal está junto a ti desde el día de tu nacimiento hasta el día en que el alma desencarna. Es él quien va a orientar tu próximo estado de aprendizaje en el Yo Superior, junto a los grandes maestros ascendidos, para un posible retorno a la Tierra.
Los relatos que cuentan algunas personas que han vivido un paro respiratorio y «murieron » por algunos minutos son unánimes cuando dicen que vieron a alguien que emanaba una luz intensa y que cariñosamente los encaminaba para algún lugar. Esas personas estaban en aquel momento recibiendo la ayuda del ángel de la guarda, quien asume la forma más conveniente según la creencia de cada uno. Por ejemplo: para el espiritual, la forma podrá ser de un ente querido de la familia, que ya desencarnó; para un umbandista, que tiene la protección de caboclo, la forma podrá ser de un indio.
Los problemas son parte de la vida, del cotidiano de cada uno. Muchas personas buscan la fuerza del mundo angelical deseando alcanzar la gracia el primer día, olvidándose que antes deben tornarse merecedores de esa gracia. Si pides ayuda a cualquier entidad para resolver un problema y no eres atendido, no te rebeles, pero pregúntate: ¿será que yo merecía esa gracia? Ten calma y piensa. Dios es el gran padre y nunca nos abandona.
La infelicidad deja al ángel de la guarda sin acción. Cuando digo esto, la primera pregunta que surge es: «entonces, ¿para qué sirve mi ángel de la guarda si en el momento en que yo más lo necesito él no está a mi lado?» Para esclarecer esto voy a dar un ejemplo muy simple. Cuando vas a una fiesta y quedas al lado de una persona que está rezongando todo el tiempo o cuenta desgracias, probablemente tu actitud será de alejarse rápidamente. Lo mismo ocurre con tu ángel de la guarda. El ángel no participa de la infelicidad, en nada ayudaría que él se mantuviera llorando a tu lado. Fuente