Un Contrato de Futuros es un contrato para comprar o vender un bien subyacente a un tiempo futuro, a un precio (precio del futuro) especificado hoy. El pago por el bien subyacente no es realizado a menos hasta que el envío ó entrega de éste sea llevado a cabo. Ahora bien, supongamos que alguien, al comprar un Futuro, asume inmediatamente una POSICION LARGA sobre el bien subyacente de que se trate y por ende gana, si el precio del contrato de Futuros (precio final) está por arriba de su precio inicial y pierde con la disminución del mismo. Por otro lado, alguien al vender un Contrato de Futuros, asume inmediatamente una POSICION CORTA y por ende gana si el precio final de ese contrato está por debajo del precio inicial del contrato de Futuros y pierde con el incremento del mismo.
Aunque los Contratos de Futuros sobre mercancías básicas o commodities han sido comerciados en mercados organizados desde 1860, los Futuros Financieros son relativamente nuevos. Estos datan desde la introducción sobre el tipo de cambio en 1972. La forma básica del contrato de Futuros es: Un contrato de Futuros obliga a su poseedor a comprar un activo especificado, a un precio especificado en la fecha de maduración del contrato.
En mercados organizados de Futuros (Bolsas de Futuros), los contratos pueden ser ejercidos (se asume posición contraria) antes de la expiración de los mismos, asumiendo una posición de signo opuesto, pero de igual magnitud en el mismo contrato.
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