La noticia sobre los estudiantes de la universidad de Tennesee que usaron enemas de alcohol para embriagarse ocasionó una avalancha de comentarios de lectores incrédulos en la página de CNN.
“Cuando estaba en la universidad, lo más que hacíamos era beber con embudos o directo del barril de cerveza”, recuerda el lector con nombre de usuario LogicBomb101.
Otro lector, FootnoteFad, preguntó: “¿Existe un programa de 12 pasos para eso?”.
Sin embargo, los enemas en los que se usa alcohol no son cosa de risa, señalan los expertos. Según los oficiales, uno de los estudiantes de la universidad de Tennessee fue llevado al hospital con un nivel de alcohol en la sangre de 0.40 (miligramos de alcohol por cada 100 ml de sangre), un nivel cinco veces mayor al límite legal y justo en el intervalo que los médicos llaman “zona de la muerte” en los casos de intoxicación etílica.
Usar un enema de alcohol involucra colocar un pequeño tubo en el recto de la persona y verter alcohol en el colon. Debido a que el alcohol se absorbe directamente en el torrente sanguíneo, la persona se embriaga más rápido.
Nuestros estómagos e hígados contienen una enzima llamada alcohol deshidrogenasa (NADP+) que sintetiza el etanol y lo hace menos tóxico para nuestro organismo, de acuerdo con el gastroenterólogo, Preston Stewart. El tracto gastrointestinal inferior no cuenta con esa enzima, por lo que el recubrimiento del colon absorbe las moléculas de alcohol y las envía directamente al torrente sanguíneo.
El alcohol llegará invariablemente al hígado, agrega Stewart, pero el alto contenido de alcohol superará la capacidad de procesamiento del órgano.“Es sumamente peligroso”, advirtió.
No se sabe a ciencia cierta cuándo se empezaron a utilizar los enemas de alcohol o qué tan frecuente es su uso. En 2004, un hombre de Texas murió después de que su esposa le aplicara un enema de jerez, lo que elevó su nivel de alcohol en sangre hasta 0.47.
“A lo largo del último año se han dado a conocer varias historias de jóvenes que dan con formas inusuales para introducir alcohol en sus cuerpos”, señaló el médico Aaron White, del Instituto Nacional para el Alcoholismo y el Abuso del Alcohol. Por fortuna, agrega, al parecer se trata de incidentes aislados.
Aunque no está claro qué llevó a los jóvenes de Tennessee a participar en esta actividad tan arriesgada, White señala que pudo haber varios factores en juego. Podría tratarse de una competencia entre los bebedores universitarios que siempre buscan ganar en juegos como Beer Pong o Flip Cup (juegos en los que se bebe como parte del juego o como castigo). También pudo tratarse de mera curiosidad o simple aburrimiento.
Muchos adultos jóvenes creen que al introducir el alcohol en sus cuerpos a través de otro orificio corporal se reducirán las probabilidades de pasar la noche vomitando en el baño, lo cual lo hace más peligroso, ya que el organismo no es capaz de eliminar la toxina, agregó White. “Al introducir el alcohol por el recto existe la posibilidad de vomitar; sin embargo, no se vomitará el alcohol. Una vez que se introduce de esa forma el alcohol no hay vuelta atrás”.
Robert Pfeifer, fundador del centro de rehabilitación Sober College (Universidad de la Sobriedad), ha notado que las conductas arriesgadas, que van desde drogarse con sales de baño, hasta usar tampones empapados de vodka, pasando por el consumo de marihuana sintética han aumentado entre los adultos jóvenes durante el último año. Los consumidores buscan efectos más fuertes y prolongados conforme sus cuerpos se vuelven tolerantes a las sustancias tóxicas.
Pfeifer afirmó que “cuando una persona ha rebasado el límite y necesita ayuda, aparecen indicios, esta clase de comportamientos son definitivamente uno de ellos”.
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/