Un juez ghanés firmó una orden que autoriza a trasladar el buque a otra zona. Cancillería apeló la medida. Especialistas del sector marítimo explicaron a Infobae los escenarios posibles
Frimpong, el juez ghanés que entiende en la causa por la retención de la Fragata Libertad, firmó la orden que autoriza a las autoridades portuarias a mover la embarcación.
La resolución responde a un pedido de la autoridad portuaria, que había solicitado que el barco sea trasladado ya que su detención en el puerto de Tema obstaculiza la habitual operatoria comercial.
Este lunes a la mañana, dos funcionarios del gobierno local y un enviado del juzgado llegaron hasta el puerto para analizar las alternativas que hay para mover la embarcación. Es más, le consultaron al capitán argentino si prestaría colaboración para la maniobra ante una eventual orden judicial.
Aún falta determinar a qué muelle se traslada la Fragata, pero los marineros fueron informados sobre la decisión, que se será comunicada en las próximas horas.
Fuentes de la Cancillería indicaron que una vez notificada la resolución se presentó una apelación inmediata, con el objetivo de frenar la ejecución de la orden. Ahora la Justicia de Ghana tiene 21 días para analizar la presentación argentina y responder. Durante ese lapso, la embarcación no puede ser trasladada. Una vez vencido el lapso y ante una eventual negativa, ¿qué puede ocurrir?
Infobae consultó a especialistas del sector marítimo, quienes explicaron los posibles escenarios.
En principio debe tomarse en cuenta que el puerto de Tema es comercial y no militar, por lo que la autoridad portuaria local es la que entiende en todo lo relacionado con admisión de buques y lo que técnicamente se denomina «giro de muelle». Este concepto refiere a la asignación que la autoridad portuaria le da a una nave para operar en un muelle determinado. Para ello se tiene en cuenta el calado del buque, su tipo de carga y el tiempo de estadía.
Para el caso de la Fragata Libertad, la Armada de Ghana había gestionado un giro a un muelle privilegiado, por tratarse de un buque invitado y por cuestiones protocolares. El muelle designado para el buque escuela argentino tiene un calado de 11 metros, el más profundo del puerto, cuando no necesitaría uno de más de seis metros y medio.
La autoridad portuaria es entonces quien dispone el cambio de muelle cuando así lo requiera, pero en este caso, por lo antedicho y por tratarse de un «leading case», es el juzgado el único responsable y custodio del barco. Por lo tanto, es el que puede autorizar el movimiento, para lo cual requiere la colaboración del comandante y de la tripulación.
Ahora, ¿qué pasaría si el capitán se niega? Si fuese un buque mercante, el capitán sería intimado a prestar colaboración, y si no lo hace, la autoridad portuaria, de oficio, dispondría los elementos necesarios, como remolcadores, para mover el barco. Los gastos correrían a cargo del armador del buque y el capitán sería pasible de sanciones administrativas o penales.
Sin embargo, al tratarse de un buque militar, las autoridades ghanesas necesitan permiso del comandante, ya que técnicamente el barco es un «exclave». El término refiere a que la Fragata es un «pedazo» de territorio argentino en el exterior.Por lo tanto, si Argentina finalmente se niega a mover el barco, tras una decisión judicial desfavorable, se abriría un nuevo incidente entre Estados.
Tomando en cuenta todos estos datos, la resolución no termina de ser clara, ya que no hay antecedentes de buques militares retenidos por embargos judiciales, y menos en tiempos de paz.
Existe la posibilidad de que el gobierno ghanés prohíba que baje la tripulación y los confine a una suerte de «prisión domicialiaria» de hecho, como para intentar presionar a la realización del movimiento del buque escuela.
La Fragata hace más de un mes que se encuentra retenida por un reclamo judicial del grupo acreedor Elliot. El Gobierno nacional sostiene que las autoridades ghanesas incumplen la Convención de Viena al no garantizar la inmunidad de un buque de la Armada, como es la fragata.
El barco zarpó el pasado 2 de junio de Buenos Aires para hacer su viaje anual de instrucción y ha visitado puertos de Brasil, Surinam, Guyana, Venezuela, Portugal, España, Marruecos y Senegal.
El pasado 24 de octubre, el Gobierno nacional repatrió a 281 marinos y sólo dejó a bordo de la fragata al capitán y una dotación mínima de 44 tripulantes
Fuente: http://www.infobae.com