No es que quieran hablar con un acento fingido, no lo pueden controlar.
El Síndrome del Acento Extranjero (FAS, por sus siglas en inglés) es uno de esos raros trastornos cuyo nombre describe literalmente la enfermedad. Las personas con este síndrome de repente empieza a hablar con acento extranjero. En México basta pensar en futbolistas que viajan a Europa como Hugo Sánchez o Maribel Domínguez que de pronto asumieron el acento español.
Regularmente ocurre cuando la gente se traslada a nuevos lugares cambian su acento natural, ya que inconscientemente imitan la voz que oyen a su alrededor, pero resulta que también pasa cuando se someten a una cirugía dental o cerebral; o de pronto esa persona comenzó a padecer de migraña y empezaron a hablar con un acento chino…todas estas son causa del Síndrome de Acento Extranjero que obliga a las personas a entonar de forma distinta.
El primer caso de FAS descrito fue en 1941, cuando una mujer noruega recibió una bala en la cabeza durante un ataque aéreo, aunque sobrevivió comenzó a pronunciar mal las vocales, de tal forma que parecía que tenía acento alemán, describe Esther Inglis-Arkell en io9.
El aislamiento social que tuvo que soportar por el acento con el tiempo la llevó a buscar tratamiento, y su caso fue descrito en 1947. El daño cerebral que sufrió es una causa típica del síndrome de acento extranjero
En general el FAS parece ser una suerte de confluencia de la biología y la sociología. Muchas personas que tienen accidentes cerebrovasculares tienen problemas del habla y, mientras se recuperan, hablan diferente. Ocurre en casi todos los idiomas, se ha documentado en coreano (con acento japonés), holandés (con acento francés), noruego (la mujer mala suerte con un acento alemán) e inglés (con detalles que van desde chino a ruso con mezcolanza británica ).
Por supuesto, algunas personas imitan un acento extranjero conscientemente con el fin de llamar la atención o asumir una nueva identidad y verse más glamorosos, pero la diferencia entre los enfermos de FAS y los imitadores, es que los que fuerzan el acento extranjero casi inevitablemente al alargar la última sílaba.
Quienes padecen este problema fisiológico, pues su origen es físico, pueden tratarse con rehabilitación y dicción.
Fuente: quo.mx