¿Qué es el Síndrome de la Mujer Maravilla? Enterate si lo padecés

Camila tiene 34 años, dos trabajos, un pituto, un hijo, un marido, una familia que quiere verla por lo menos una vez a la semana, amigas que le reclaman su ausencia y muchos eventos sociales. Ella casi no duerme, logra alimentarse bien, porque además cuida su figura y toma vitaminas y mucha agua.

Se siente cansada, pero poco se lo permite, porque le gusta que la gente la vea con energía y se admira de quienes andan siempre quejándose por estrés.

Pero, ¿cuánto tiempo puede durar con este ritmo? Y ¿qué pasa con aquellas mujeres que quieren cumplir como madres, hijas, esposas, hermanas, amigas y además ser una excelente profesional?

La sicóloga de Clinica Santa María, Pilar Bustamante, explica que se podría tratar de personas que son muy autoexigentes, hiper responsables, perfeccionistas, detallistas. Esto puede deberse a factores genéticos y también ambientales. “Hay personas incluso, con rasgos de personalidad un poco obsesivos, con tendencia al orden, al control, muy cumplidoras, competitivas (con los demás y consigo mismas), que se hacen cargo de muchas responsabilidades y tareas y les cuesta delegar. No confían en que otra persona vaya a llevar a cabo una labor tan perfecta como ellos la harían”.
Sobre el inicio de esta patología y de dónde nace la necesidad de “hacerlas todas”, y de sentirse bien respondiendo en varios ámbitos de su vida, la profesional dice que pueden existir varias causales:

“Hay casos en que se desarrollan estas características en la niñez para obtener la aprobación de uno o ambos padres, para sobresalir entre los hermanos o hermanas. También puede ser para compensar alguna falencia que la persona siente que tiene (poco atractivo físico, provenir de un grupo social de menos recursos, por ejemplo). He visto casos de personas que se han esforzado por ser casi perfectos desde la niñez, para compensar a los padres por el fallecimiento de un hermano”.

La sicóloga dice que el entorno social también presiona a las personas cumplidoras a realizar más labores, y así, en los trabajos les asignan más responsabilidades, ocupan cargos directivos en los cursos a los que asisten los hijos, se preocupan más que otros familiares, de sus propios padres, etc.

“A estas personas les cuesta poner límites y decir que No. Pueden ser poco asertivas, se sienten culpables de no cumplir con las expectativas de los demás. Van descuidando su vida personal, no tienen tiempo para dedicarse a algún hobbie, para tener una conversación distendida o para tomarse un café tranquilamente con una amiga”.
Sobre cuánto tiempo puede durar esta energía y esta intención, la especialista dice que este ritmo produce un desgaste físico y emocional tarde o temprano, dependiendo de los recursos biológicos y psicológicos de cada persona.

“En general, se comienza con síntomas psicosomáticos: alteración del sueño, colon irritable, úlceras, afecciones a la piel, caída de pelo, etc. La persona es poco consciente de que ha puesto demasiada carga en su espalda, cree que cumplir con tantos deberes es lo más lógico. Puede presentar síntomas de angustia, crisis de pánico o síntomas depresivos de tipo enmascarado.

¿Y la felicidad? Pilar Bustamante dice que no sabe si es bien aplicado el término Mujer Maravilla, ya que el cumplir con tanta responsabilidad, estar en todos los frentes de modo óptimo requiere mucho esfuerzo, organización, desgaste y no se utilizan recursos mágicos o poderes.

“Estas personas no se cuestionan si son o no felices, consideran que deben cumplir con todo, pero esto nunca termina, ya que funcionan con listas de tareas y van completando la lista de cosas que hacer para el día siguiente. Quizás consideran que serían felices si descansaran, pero le es muy difícil desconectarse mentalmente de todos los deberes que sienten que tienen efectuar”.

Lamentablemente, para muchas, un choque con la realidad por temas nuevos en su vida, son una forma de sacarlas de esta rutina tan acelerada y cambian la perspectiva y se establecen otras prioridades. Ejemplos de esto: Una mujer por dedicarse tanto a ser buena madre, buena profesional, buena hija, se le cae su ordenado mundo al darse cuenta que su esposo le es infiel, pues sexualmente estaban distanciados.

“O la grave enfermedad de un hijo puede anular tu agenda y debes dedicarte a acompañarlo y cuidarlo en una Clínica u Hospital durante un período. Creerte indispensable en el trabajo y ser despedida de modo arbitrario puede afectarte mucho y hacerte sopesar las cosas de otro modo. Enfermedades provocadas por alto estrés, licencias médicas, ante lo cual la persona debe bajar su ritmo de actividad y autoexigencia”.

Recomendaciones para ellas:
Permitirse disfrutar del ocio; no sentir que se está perdiendo el tiempo al realizar actividades que pueden considerarse poco productivas; automonitoreo de cómo va la dedicación al deber y al placer; realizar actividades físicas, comer sano y bien, dormir en cantidad y calidad suficiente para un descanso reparador; tener hobbies; darse más plazos; aceptar que se puede equivocar.

Fuente: http://mujeres.grupopublimetro.cl/