Comer en el auto puede ser un desastre, pero muchas veces es menos apocalíptico que la comida que ofrecen los paradores en la ruta. A continuación, qué alimentos elegir para llevar sobre ruedas.
Snacks que no dejan migas
Si tu intención es conservar la limpieza del auto, lo ideal es mantenerse alejado de los snacks de paquete como los Cheetos, los Doritos o las galletitas. Llevá algunos más saludables, menos crocantes y más higiénicos como los pochoclos, las barritas de cereal o los frutos secos.
El sándwich perfecto
Llevar sándwiches en la heladera portátil es una solución común y eficaz pero, en muchos casos, al momento de comerlos ya están húmedos, aplastados y pegajosos. Para evitarlo, hay que usar rebanadas de pan bien gruesas, omitir ingredientes como tomate y mayonesa y llevar el queso aparte. Si se incluyen hojas verdes, hay que asegurarse de que estén bien secas antes de sumarlas.
Para el antojo de dulce
En algún momento del viaje es posible que te ataque un antojo de algo dulce. Bajo ningún punto de vista debe elegirse helado (¡menos de palito!), ya que está asegurado el enchastre. Las opciones más convenientes son el chocolate en tableta o en bombones y las frutas que puedan comerse de un solo bocado, como las cerezas o las uvas.
No a las bebidas estimulantes
Si el viaje dura varias horas, lo mejor para superar ese tiempo es dormir (no para el conductor, claro). No hay que beber gaseosas o energizantes que te obliguen a permanecer despierto: será una tortura. Lo mejor es elegir jugos de fruta o vegetales que tienen un sabor más interesante que el del agua y aportan vitaminas y nutrientes.
Fuente: www.planetajoy.com