Un economista encontró una posible respuesta: tiene que ver con las aspiraciones de los padres y el salario. Y le puso un nombre: la «paradoja de Barbie». Videos
La «paradoja de la Barbie” es una expresión usada por primera vez por Matthew Notowidigdo, un economista de la Universidad de Chicago, para explicar las notables variaciones de precio de la Barbie –la popular muñeca producida por la empresa estadounidense Mattel desde el 9 de marzo de 1959– en base a los distintos oficios asumidos por las modelos.
En la línea «Quiero ser…», las Barbies interpretan alrededor de 130 oficios diferentes: desde la atleta a la enfermera, pasando por la maestra, la doctora y la azafata. Las muñecas son prácticamente idénticas y sólo se distinguen por el uniforme que llevan y los respectivos accesorios, que cambian dependiendo del trabajo. Pero a pesar de esto hay notables diferencias de precio.
La mayoría de las Barbies cuestan en Amazon 12,99 dólares, pero algunas –como la Barbie Doctora– cuestan casi el triple, llegando a 30 dólares.
Las razones de las variaciones del costo todavía no están claras –a menos que se piense que un pequeño estetoscopio de plástico puede ser más caro de producir que, pongamos por caso, un molde para magdalenas. Según Notowidigdo, las variaciones de precio explota las esperanzas que tienen los padres de que las niñas efectivamente sean, de grandes, lo que eligieron de niñas. Según él, las muñecas más caras hacen los trabajos que los padres más ricos –y por lo tanto dispuestos a pagar más– quisieran que hicieran sus hijas.
La revista The Economist publicó en su sitio un gráfico –según datos de 2012– en el que compara el costo de cada Barbie en relación al salario que recibe en la realidad una persona que hace ese trabajo. No siempre el costo de la muñeca y el salario coinciden: por ejemplo, el de piloto es uno de los oficios mejor pagados, pero la Barbie Piloto se encuentra entre las más baratas en Amazon, donde se las puede comprar por 11,95 dólares.
Fuente: http://www.infobae.com