Se atribuye a que la vejiga está llena y ejerce fuerte presión sobre los vasos sanguíneos del bajo vientre, con lo que evitar el retorno de la circulación hacia el corazón. Esta retención de sangre es el que produce la turgencia de los cuerpos cavernosos del pene. El efecto es el mismo causado por la excitación sexual, pero sin deseo en este caso.
Las ereciones matutinas en el hombre que se cree impotente demuestran que no lo es fisiológicamente, sino en relación con otras circunstacias como puedan ser la timidez o los complejos psicológicos.
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