La corteza del cerebro es la parte que se encarga de mantener en estado consciente a una persona. Pero luego de tener un orgasmo, en el hombre, se “apaga”. Además, junto a la amígdala, envía una sustancia que elimina el deseo sexual e induce el sueño. Entre los compuestos segregados se incluye la serotonina y elementos similares a los opiáceos.
Pero, según lo publica el portal infobae.com, en las personas del sexo opuesto no sucede lo mismo. Uno de los integrantes del plantel científico, Serge Stolerú, sostuvo: “Después de que los hombres tengan un orgasmo, suelen pasar por un periodo en que no se pueden excitar. Pero para las mujeres parece ser diferente. Ellas no atraviesan este estado y pueden pedir más cuando sus parejas sólo quieren descansar”.
En otra investigación, también se determinó que el hombre piensa menos de lo que se sospechaba en el acto sexual. El promedio establece que lo hace en 19 ocasiones al día, 8.000 menos de lo esperado. Otras 18 veces en comida y 11 en el sueño.
Fuente: http://www.publimetro.cl