No es poca cosa para las mujeres saber que el deseo siempre está ahí: agazapado, intacto. Lo nuevo es que con el paso del tiempo lo que se resquebraja y provoca trastornos del orgasmo es el estímulo a ese deseo, quedando involucrado el “otro” de la pareja como juez y parte.
Un estudio científico reciente realizado en la Argentina por el área de Disfunciones Sexuales de la División Urología y Ginecología del Hospital Durand encendió de nuevo la mecha de un tema sobre el que todos algo hemos leído. El estudio científico fue realizado sobre 400 casos y demostró que 3 de cada 10 mujeres sufren trastornos del orgasmo.
Lo que viene a renovar el tema es la interpretación que hacen los especialistas de las cifras duras. “Cuando se analizan estadísticas en sexualidad humana hay que saber que se trata de cifras aproximadas, ni exactas, ni literales. Hay que interpretarlas y tomarlas como una proporción”, explica el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, Médico sexólogo clínico. Director del Programa de Sexología Clínica del Hospital de Clínicas. Jefe de Cátedra Libre Sexología Clínica. “Con este marco, acuerdo con las cifras que de cada 10 mujeres, 3 sufren de trastornos del orgasmo, es decir pérdida del deseo. Pero aquí viene lo sustancial y que vale la pena puntualizar: muchas mujeres llegan a una consulta con un especialista diciendo que tienen problemas con el orgasmo y falta de deseo. Curiosamente; cuando luego de escucharla, se le dice: ¿qué pasaría si su pareja la acaricia, la toca, la espera con una situación romántica; la abraza? Esas mismas mujeres responden que seguramente el deseo sin dudas volvería a aparecer”, refuerza Kusnetzoff.
“Y aquí la redefinición del tema del orgasmo y de la pérdida del deseo: lo que verdaderamente se pierde con el tiempo es la espontaneidad del deseo, no el deseo mismo. Porque esas mismas mujeres insatisfechas en contextos más amorosos, se reconectan rápidamente” explica el sexólogo.
En la mayoría de los casos, lo que no está funcionando son los vínculos mínimos de una pareja: el contacto, el toqueteo, el cariño, la cercanía. Si esto no está es imposible que aparezca el deseo. “Muchas mujeres, en cambio, reciben un enfoque médico ante disfunciones del orgasmo, y se les receta hormonas. Sólo un 10% aplica en esta categoría. Y ellas se sientan en el sillón del living a esperar que ocurran las cosas mágicamente. Las hormonas estabilizadas son fantásticas, pero no alcanzan para reponer el deseo sexual”.
La importancia del otro
Una de las partes esenciales de este cuento es que el “otro” de la pareja, el hombre, tiene que actuar.
Desde el punto de vista de la relación sexual, es importante conocer la diferencia que existe entre la respuesta de la relación sexual de un hombre y de una mujer: Un hombre siente rápidamente que ya está preparado, excitado porque confunde la capacidad de erección con la excitación sexual.
«Los hombres y las mujeres deben saber que no es lo mismo llenar de sangre 30 cm cúbicos de un órgano como es el pene para sostener la erección; que llenar un recipiente bastante más amplio, como es la pelvis inferior femenina, que necesita aproximadamente tres veces más, 92 cm cúbicos de sangre».
“El desconocimiento de este elemento fisiológico normal, hace que los hombres usualmente piensan o creen que su mujer es “lenta”. En realidad la mujer siempre es “lenta” en relación al hombre, por esta diferencia anatómica. Esto es esencial porque hace a la educación sexual que todos nosotros deberíamos tener”, aporta Kusnetzoff.
Tener una vida sexual plena es sin duda una buena decisión para lograr una mejor salud. Además del placer y sus naturales connotaciones eróticas, la excitación sexual y el orgasmo pueden mejorar la capacidad respiratoria, beneficiar el sistema cardiovascular, contrarrestar la depresión y la ansiedad, ayudar a aliviar dolores, proporcionar flexibilidad, fuerza y tono muscular, entre muchos otras cosas .
“Hay que hablar claramente de todas estas cosas porque hacen a la felicidad del vínculo y a la correcta educación sexual”, concluye el especialista.
Fuente: http://www.infobae.com/