Con su sofisticación mundial, pantalones pescadores baratos y sonrisa eterna, los turistas son un grupo muy odiado.
Pero antes de carcajearte de la mirada perdida de sus ojos, o burlarte de su torpe y estrepitoso intento de subir al minibús con dos maletas, tres bolsas y tres cámaras colgando de sus torsos y cadera, debes saber esto: A ellos no les importa.
Están viviendo el momento de su vida. Y todos sabemos por qué. Ser turista es increíble y estas son 50 razones por las que amamos serlo:
1. Tienes la oportunidad de parlotear sobre cuán maravilloso es India/Costa Rica/República Checa sin tener que vivir ahí.
2. Puedes cenar como un señor feudal todas las noches, y aun así perder peso por tanto caminar.
3. Ya sea que estés muriéndote de miedo en el transporte local o bañándote en el sol junto a una caja de cervezas, supera cualquier cosa que tus amigos estén haciendo en casa.
4. Te liberas de la tiranía de las calcetas.
5. La culpa por subutilizar tu suscripción del gimnasio es menos severa que cuando estás en casa.
6. Puedes asegurar que volverás a casa más esbelto y delgado si buscas al vendedor ambulante más sucio de la ciudad en la penúltima noche del viaje.
7. Visitar un país extranjero es mucho más estimulante que quedarte en casa todo el año. Y si no te gusta, al menos sonarás exótico cuando te quejes.
8. ¿Cervezas frías en la playa/hamaca/cama/bar/carretera a mediodía? Está permitido. (Pero, principalmente en países muy conservadores, recuerda verificar que lo esté.)
9. Bufés en el desayuno. Fruta fresca y granola, hash browns (papas fritas picadas y trituradas) y salchichas, huevo y quizá algo de queso azul y jamón. No tiene sentido, pero qué importa. Estás de vacaciones.
10. Si no te cae bien alguien, no tienes que hablarle nunca más.
11. Llevar a casa un bronceado y conocimiento del mundo es como rociarte en feromonas. Solo asegúrate de ponerte espray contra los mosquitos.
12. Sin importar cuán limitado en el idiomas estés, las palabras beer (cerveza), bathroom (baño) y hotel funcionan en casi cualquier lugar.
13. Emborracharse con la excusa de que estabas “probando los méritos de las cervezas locales”.
14. Es fácil, de hecho es imperativo, apagar el interruptor de noticias depresivas y programas de televisión horribles que el resto del año llenan tu vida.
15. Si utilizaste el sentido común, el destino que elegiste es más barato que tu propio país.
16. Si aparentas que vas a gastar algo de dinero, incluso los habitantes del lugar a los que no les caen bien los turistas, pretenderán que les caen bien.
17. Finalmente puedes terminar el libro con el que te quedabas dormido cada noche durante los últimos tres meses.
18. Puedes reforzar tu credibilidad en las redes sociales agregando en Facebook a muchos extranjeros exóticos.
19. El clima. Incluso la lluvia parece algo exótica cuando estás en el extranjero.
20. El sonido de caminar en un nuevo lugar sabiendo que no estás trabajando es uno de los momentos más grandes de la vida.
21. Puedes darte un masaje de pies cada día sin que nadie piense que tienes un fetiche.
22. Finalmente puedes ponerte esos lentes de sol caros sin temor a verte como una persona que intenta encajar en otro grupo social.
23. De hecho puedes vestir cualquier cosa. ¿Pantalones tailandeses holgados con una camiseta? Hazlo, nadie se inmutará.
24. Puedes regodearte en tus tendencias pasivo-agresivas publicando muchas fotografías en Facebook de ti mismo volando en parapente o rodeado de bailarines hawaianos o [inserta aquí cualquier fotografía que provoca envidia].
25. Aprendes sobre el país que visitas por experiencia, no en Google o National Geographic.
26. Las historias sobre comer corazones de serpientes que todavía están latiendo y tomar tequila directamente de la botella son como de rockstar.
27. Finalmente puedes usar todas esas frases extranjeras que aprendiste en la secundaria como: “Voulez vous coucher avec moi, s’il vous plaît?”
28. Existe una posibilidad de que se te permita fumar cigarrillos en lugares cerrados.
29. La hora feliz realmente vale la pena porque tienes el tiempo y presupuesto para aprovecharla.
30. Una siesta en la tarde no es «aceptable»; es una necesidad.
31. Puedes probar especialidades locales que antes sólo habías visto en televisión: balut (huevo de pato, Filipinas), dedos fritos de pies de monos (Indonesia), tête de veau (cabeza de ternero, Francia) y hormigas asadas (Colombia).
32. Esos numeritos infantiles que la gente hace en las fotografías; la punta de tus dedos en la cima de la Torre Eiffel, posar con gladiadores falsos en el Coliseo; sí, también los puedes hacer ahora. Genial.
33. La falta de canales de televisión decentes en tu lengua materna significa que no tendrás más opción que salir y disfrutar de la vida.
34. Formar parte de una sesión de karaoke de borrachos se vuelve una posibilidad atractiva.
35. Lo más cerca que vas a estar de cocinar es cuando señalas al pescado que quieres asado a la parrilla para tu cena.
36. Puedes ser un perezoso desordenado sabiendo que se le paga a alguien más para que todo esté impecable al día siguiente.
37. Los guapos son exóticos y diferentes.
38. Puedes mezclarte con una amplia gama de nacionalidades y escapar de ellas al día siguiente.
39. Tu sentido de apreciación por tus alrededores regresa.
40. Tienes la oportunidad de comprar sombreros ridículos, pequeños recuerdos de plástico y otras baratijas ridículas sin sentir culpa, porque están diseñados específicamente para ti.
41. Con un mínimo esfuerzo, como mandar una postal, haces que tus amigos y parientes piensen que realmente te importan.
42. Puedes fingir que no comprendes cuando un taxista sospechoso trata de convencerte de que un viaje de 10 minutos en realidad cuesta 75 dólares.
43. Esas listas de música de los 80 de tu iPod que compilaste especialmente para el viaje van particularmente bien con los demás.
44. Puedes burlarte de otros turistas diciendo cosas como: “Al descubrir el mundo, en realidad me estoy descubriendo a mí mismo”.
45. Si viajas durante el tiempo suficiente, puedes decir cosas como: “Al descubrir el mundo, en realidad me estoy descubriendo a mí mismo”.
46. Escribe algo lindo sobre un bar en TripAdvisor en tu primera noche y quizá nunca tengas que comprar una bebida durante el resto de tu estadía.
47. La grasa bronceada se ve mejor que la grasa pálida.
48. Puedes malgastar el dinero con el conocimiento de que las experiencias son más valiosas que las cosas.
49. Ya sea que estés husmeando para encontrar un buen lugar para admirar la puesta de sol, o un bar local, siempre hay algo nuevo que descubrir en el horizonte.
50. Finalmente puedes deshacerte de tu teléfono móvil y laptop sin estrés. Phileas Fogg no estaba en línea todos los días y tampoco tú deberías de estarlo.
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/