Una quinceañera sortea, entre un reducido grupo de jóvenes, una noche de intimidad con el que resulte ganador. “Podemos darles una noche de satisfacción o lo que él desee”, reveló una de las jovencitas que fue entrevistada en el programa La noche es mía de Frecuencia Latina.
Cada rifa se vende desde 50 soles (18 dólares) y todo se publica en las redes sociales: la convocatoria, el sorteo y el ganador. “No se aceptan viejos”, dice una de las niñas en el testimonio televisivo.
Del sorteo de menores participan menores y mayores.
Esta práctica peruana se suma a otras que también preocupan en América Latina.
En Colombia, empieza preocupar el carrusel sexual. El polémico juego consiste en formar una ronda donde todos deben bailar. Los jóvenes penetran a las adolescentes rápidamente, pero cuando alguno eyacula, pierde y sale del juego.
Desafiar y descubrir todas las sensaciones del cuerpo hasta llevarlas al límite es el objetivo del Carrusel, que está de moda entre los adolescentes de Medellín.
En Uruguay, las autoridades ya alertaron sobre fiestas descontroladas. Según la directora de Espectáculos Públicos del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay, Alejandra Pacheco, se trata de una nueva modalidad, “propia de modos y estilos de vida de otros lugares”, dijo. “Esto es frecuente en Montevideo y Maldonado, pero también ocurre en Colonia, Soriano o Rivera, donde estamos trabajando con autoridades y organizaciones sociales para lograr un mayor control sobre estos eventos”, señaló.
Fuente: http://america.infobae.com/