El plan es tener no una, sino cinco ciudades para mujeres trabajadoras. La idea es que la incorporación de nueva mano de obra dé un impulso económico a Arabia Saudita y así adquiera más independencia de cara al exterior.
Según el diario británico The Guardian, el principe Mansour bin Mited bin Abdelaziz, ministro de asuntos rurales, aprobó el plan de la primera ciudad, que será erigida en la provincia oriental de Hofuz. La Autoridad Saudita de la Propiedad Industrial (Modon), Saleh al-Rasheed, explicó que la elección de la provincia de Hofuf obedece a que «está próximo a una zona residencial con fácil desplazamiento para las mujeres».
Se espera que la metrópili esté lista el próximo año. «Estoy seguro de que las mujeres pueden demostrar su eficiencia en muchos aspectos y decidir qué sectores se corresponden mejor con sus intereses y su naturaleza», dijo Saleh al-Rasheed.
La nueva ciudad creará 5.000 puestos de trabajo en el sector textil, farmacéutico y alimenticio, con empresas controladas por mujeres. Según se ha difundido, las condiciones de trabajo en Holuf «respetan la privacidad de las mujeres que impone la ley islámica».
El reino saudí que gobierna y da el nombre al país es seguidora del wahabismo, una corriente rigorista del Islam. Por eso en Arabia Saudita las mujeres no pueden trabajar, estudiar, viajar o conducir sin el permiso de un hombre de la familia. Esto lleva a que exista una severa segregación de sexos en espacios públicos en una cuestionada interpretación de la «sharia», la ley islámica.
Arabia Saudita, segundo exportador mundial de petróleo y fiel aliado de Estados Unidos, ha encumbrado a la familia que reina en el país desde su fundación, en 1932. El rey Abdalá bin Abdelaziz es, además de primer ministro del país y comandante de la Guardia Nacional Saudí, uno de los dirigentes más ricos del mundo.
El monarca anunció en septiembre pasado que las mujeres podrían votar en las elecciones locales de 2015 y por la asamblea consultiva. También, a fines de junio de 2012, por primera se permitió a las mujeres participar en los Juegos Olímpicos. Estas medidas han sido consideradas, pese a todo, una burla dada la falta de derechos fundamentales que sufren las mujeres en Arabia Saudita, uno de los países más reaccionarios del mundo.
Fuente: http://america.infobae.com