Las aves atacan y lastiman a los cetáceos cuando estos salen a respirar a la superficie del agua. El gobierno provincial utilizará a la Policía para llevar a cabo el plan, criticado por causar un daño ambiental y no solucionar el problema.
Tiradores expertos de la Policía provincial, posiblemente parte del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), serían los responsables de llevar a cabo el plan que prevé eliminar ejemplares de la gaviota cocinera, ya que, según señalan expertos, son nocivas para las ballenas francas, uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Las fuerzas de seguridad utilizarían rifles sanitarios de aire comprimido o con balas de goma y se ubicarán en lanchas fuera de la zona de avistaje. Los disparos sólo se dirigirán a las gaviotas que ataquen a las ballenas. El plan será llevado a cabo inmediatamente, a pesar de la polémica que suscitó, según informa hoy el diario Clarín.
Desde el Centro Nacional Patagónico (Cenpat), que seguirá la puesta en marcha del plan, el doctor en Biología e investigador Marcelo Bertolotti explica el daño que las gaviotas causan a las ballenas francas y destaca que «es tan importante, que los cetáceos hasta cambiaron su forma de respirar».
«Hasta hace unos años, la ballena hacía un movimiento oblicuo, salía a 45º del agua. Asomaba la cabeza, después el lomo y por último la cola. Y así respiraba. Los ataques de las gaviotas hicieron que sólo asomen la cabeza», señala.
Además, añade que la frecuencia de ataque es de 25%: «Si se está frente a las ballenas durante 4 horas, habrá gaviotas atacándolas al menos durante una».
Milko Schvartzman, coordinador de la campaña de Océanos para América Latina de Greenpeace, indica a modo de crítica que las ballenas son vistas como recurso económico en lugar de ser entendidas como parte del sistema ecológico.
«Lo que propone el gobierno de Chubut es una medida paliativa que no termina con el problema de fondo: los basurales a cielo abierto, los residuos que terminan en el agua y los desechos que descartan los buques pesqueros. Eso también atrae a las gaviotas».
En este sentido, reflexiona: «¿Qué es más conflictivo: esas aves que picotean la piel de las ballenas o los humanos que no activan un plan de reducción de generación de residuos? Hace siete años que discutimos el tema. Es cierto que las gaviotas son un serio problema para las ballenas francas, pero dispararles no termina con la superpoblación».
La gaviota cocinera es una especie de ave de carroña que abunda en zonas donde hay basurales a cielo abierto o desechos de pescado. Con sus uñas y pico, atacan a las ballenas en el lomo y les provocan serias heridas sangrantes que las exponen a infecciones.
Según explica Bertolotti, las crías son también víctimas de los ataques y, en su caso, «estas heridas se convierten en un tipo de canaleta en el lomo, ya que las gaviotas pican desde la cabeza a la cola en forma constante».
Los ataques, agrega, retrasan el crecimiento de las crías, ya que interfieren el período de amamantamiento, lo que las debilita.
El plan ya se encuentra «escrito y aprobado», según Alicia Tagliorette, secretaria de Turismo de Chubut, pero no está exento de críticas.
El guardafaunas Roberto Bubas, experto en orcas y otros mamíferos marinos, no está de acuerdo con la medida: «Es ridículo. No me parece la solución. El rifle sanitario siempre es riesgoso y además las municiones continuarán contaminando las aguas», sostiene.
En la misma dirección que Schvartzman, dice: «Hay que usar el sentido común. Y lo que se debe hacer es terminar con los basurales a cielo abierto y sobre todo atacar los nidos de gaviotas para evitar la reproducción».
La ONG Fundación Patagonia Natural también apunta a una «quita selectiva y erradicación de basurales» para la eliminación de la gaviota cocinera.
Si bien señala que los resultados de la prueba piloto del gobierno provincial deberán ser evaluados en cuanto a su eficacia, añade que «la solución de fondo pasa por la erradicación de basurales a cielo abierto y el manejo adecuado de los descartes pesqueros».
El debate halló eco en la Legislatura de Chubut, donde diputados radicales pidieron informes sobre el plan. Roberto Risso, uno de los diputados del bloque, afirmó: «Quiero pensar que esto de eliminar a las gaviotas a tiros es una broma, un chiste. Usar policías que se especializaron es hasta ridículo y no sé qué pensarán ellos mismos. Además, ¿de dónde van a sacar balas para matar gaviotas si la Policía apenas las tiene para seguir delincuentes?».
Fuente: http://www.infobae.com/