Cada día son más quienes se preguntan si sus ahorros están seguros en los bancos de los países más afectados por la crisis de la eurozona. ¿Hay algo que puedan hacer los gobiernos de Europa para contener el pánico bancario?
El miedo a un corralito (límite a las transferencias y retiradas de depósitos) es patente entre muchos griegos.
La retirada de dinero ha sido constante desde hace dos años, pero se ha acelerado en los últimos diez días tras las elecciones parlamentarias.
A la vista de la falta de entendimiento entre los partidos que apoyan el rescate europeo y los que se oponen, cada vez más observadores vaticinan que en cuestión de semanas Grecia abandonará el euro.
Pero la preocupación no se detiene ahí.
Si Grecia sale del euro, el pánico bancario se podría extender rápidamente a las economías más debilitadas de Europa, entre ellas España e Italia, según los expertos.
En España, por ejemplo, se ha producido durante la crisis un descenso del dinero depositado en los bancos, pero los expertos no saben si atribuirlo al aumento del desempleo o a un miedo creciente.
El propio ministro de Economía español, Luis de Guindos, trató este martes de acallar los rumores sobre un posible corralito asegurando que es un «sinsentido».
Pero además de hacer declaraciones, ¿qué estrategia pueden seguir los gobiernos ante una situación tan delicada?
Urgencia
Según los expertos consultados por BBC Mundo, la respuesta más adecuada es la coordinación de los líderes europeos.
Para evitar un pánico bancario, los países suelen contar con un fondo de garantía de depósitos, como es el caso de España, al que los clientes del banco en quiebra pueden acudir para recuperar sus ahorros, pero su resistencia es limitada.
«Están pensados para responder a la quiebra de uno o dos grandes bancos, pero no para una retirada masiva de dinero», según le dijo a BBC Mundo el economista español Luis Viceira, profesor de Harvard.
Si Grecia anuncia su abandono del euro, los ahorradores griegos se empobrecerían de la noche a la mañana, y en otros países europeos en problemas muchos podrían temer que sus gobiernos adopten una decisión similar
Ante la posible fuga de capitales, opina Viceira, el mejor freno sería que los países fuertes de la Unión garantizasen liquidez ilimitada a los bancos de los países débiles.
«Inmediatamente después del anuncio griego, sería crucial un anuncio en ese sentido del Banco Central Europeo y de varios líderes europeos, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel», dice Viceira.
El profesor de Harvard recalca que el anuncio debe ser inmediato: advierte que en la era de la banca online, a los ahorradores les bastan unos minutos para hacer una transferencia.
Secreto
Los expertos consultados coinciden en que es imprescindible que el anuncio de salida griego se haga por sorpresa. Esa es la norma cada vez que un gobierno tiene que comunicar una decisión con consecuencias negativas para el bolsillo de los ciudadanos.
Así lo recomendaron varios de los finalistas del Wolfson Prize, un concurso de ideas británico sobre la mejor manera de que un país abandone la moneda común sin causar la desaparición de ésta.
El ganador se anunciará en julio y recibirá US$400.000, el segundo premio mejor dotado después del Nobel.
Uno de los finalistas, Jonathan Tepper, de la consultora Variant Perception, propuso que la salida se haga por sorpresa en un fin de semana y que los billetes de euro sean estampados con alguna marca hasta que se hayan imprimido y comiencen a circular los nuevos.
Tepper le dice a BBC Mundo que cree que otros países abandonarán el euro de la mano de Grecia y no descarta que se impongan corralitos a pesar de que en principio, las normas del mercado único europeo lo impiden, y de que los gobiernos lo nieguen.
«Siempre que ha habido devaluaciones, los gobiernos han negado que lo fueran a hacer. Pasó en México en 1994, en Tailandia en 1997, en Rusia un año más tarde…», ejemplifica Tepper.
Corralón
El profesor de Columbia Xavier Sala-i-Martín también opina que el factor sorpresa es imprescindible, pero cree más probable que Grecia sea la única que abandone el euro y advierte que hay que diferenciar entre dos tipos de controles: el corralito y el corralón.
«El corralito fue lo que impuso Argentina en diciembre de 2001, antes de la devaluación y suponía que los ahorradores solo podían retirar el equivalente a US$250 a la semana», dijo a BBC Mundo Sala-i-Martín.
«Esto no es descartable en un país como España si hay pánico y los bancos no pueden dar dinero a todos los que lo solicitan», apunta.
«La segunda parte del corralito, que puede pasar en Grecia pero seguramente no en España, es lo que los argentinos llamaron el corralón», continúa.
«Una vez que han secuestrado tu dinero en dólares (el peso argentino era convertible en dólares estadounidenses), o en este caso en euros durante un mes, te lo devuelven pero no en euros, sino en dracmas».
En cuestión de meses, el valor de los billetes en pesos argentinos perdió un 75% de su valor respecto al dólar estadounidense, empobreciendo a millones de argentinos.
Fuente: http://www.bbc.co.uk