Los operativos implementados en clubes nocturnos y whiskerías de Córdoba, tras la aplicación de la Ley contra la Trata de Personas, trajeron a colación algunas medidas que abrieron enseguida la polémica sobre el ejercicio de la prostitución.
Varias mujeres que trabajaban en la provincia denunciaron que la policía les ofreció pasajes hacia sus lugares de origen con la intención de que abandonaran el lugar.
Según publicó el diario local La Voz, las chicas habían alquilado una casa en forma conjunta para ejercer esta actividad. Ellas reconocieron que en esa vivienda recibían a clientes, pero negaron que una de las detenidas fuera la proxeneta del grupo.
Entre esas mujeres se destaca la historia de Gaby, de 24 años y dos hijos que dejó en Salta al cuidado de su madre. Según su relato, la policía obligó a ella y a otras mujeres a tirarse al piso, y detuvo a una de ellas en el marco del operativo. Más tarde, dijo, fueron entrevistadas por un psicólogo que les ofreció la opción de ir a un refugio oficial o el pasaje para volver a Salta. Ninguna aceptó la oferta.
El mismo ofrecimiento, de acuerdo al artículo, le hicieron a Lorena, una jujeña que trabajaba para enviarle dinero a su hija de 3 años. Pero ella tampoco accedió.
Incluso a María, de 35 años y oriunda de la República Dominicana, también le ofrecieron el pasaje de vuelta a su país. «Pero yo voy a seguir trabajando. A mi hijo le mando la plata para un colegio privado. Les dije a los psicólogos que ¬necesito un trabajo de tres mil pesos mensuales para dejar de prostituirme. Pero no me ofrecieron nada. ¿Quién va a mantener a mis hijos? Yo no vine a la Argentina por gusto: vine por necesidad», señaló en declaraciones al periódico.
En la vereda de enfrente, se ubican las que sí aceptaron la propuesta de volver y lo hicieron tras los primeros operativos. El dato fue confirmado por la secretaria de Prevención de Trata de Personas, María Amelia Chiofalo.
«No tiene sentido»
Para los especialistas, la medida adoptada no implica solucionar el problema. «No sirve cuando se hace que la víctima vuelva al lugar de captación si va a estar en la misma situación. Lo ideal sería una reinserción social, en donde sea», explicó Lucas Majon, de la asociación La Alameda, que trabaja contra la explotación. Lo dice a pesar de que elogia la ley cordobesa, que en el país es «la que más avanza sobre la trata de personas», agrega.
«Me parece una buena disposición la ley de trata. Ahora bien: esta medida no sirve si no va acompañada con políticas públicas de reinserción social y con articulación del lugar al que la víctima vuelve. Pero las chicas suelen llegar a sus lugares de origen y allí no siempre tienen asistencia. Esa es la realidad», asegura Viviana Caminos, coordinadora nacional de la Red Alto al Tráfico y a la Trata (Ratt Argentina).
fuente: www.lanacion.com.ar