¿Quién no soñó de chica vivir en la – aparentemente – perfecta casa de la muñeca Barbie? Todo hacía pensar que no se podía ser más feliz que ella: cocinas inmensas, habitaciones glamorosas, carruajes tirados por caballos de ensueño, un cuerpazo y una cara sin defectos y, claro, el buenmozo de Ken al lado para garantizar una vida de película.
Pero ya sabemos que no se debe juzgar un libro por su portada, ¿verdad? Dina Goldstein, fotógrafa canadiense conocida por poner en jaque los conceptos del ideal femenino como en su famosa serie “Princesas Caídas” en la que se veía a las princesas de Disney morir de maneras impensadas, sabe más que nadie que las apariencias engañan y desilusionan.
En apenas diez fotos, su mirada hace foco en la triste realidad de la muñeca más famosa del mundo: un matrimonio sin amor, un marido que en realidad es alguien que ella no sabía, y el inesperado y fatídico final. Pobre muñeca.
Fuente: http://ahguapas.infonews.com