El expresidente egipcio, Hosni Mubarak, de 84 años, fue declarado clínicamente muerto poco después de llegar a un hospital militar en El Cairo, a donde fue trasladado tras sufrir un paro cardiaco y un accidente cerebrovascular, informaron fuentes médicas a la agencia estatal de noticias MENA.
Sin embargo, un miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas dijo a CNN que Mubarak no ha muerto. “Él no está clínicamente muerto como según se informa, pero su salud se está deteriorando y se encuentra en estado crítico», dijo el general, Mamdouh Shahin, a CNN.
El abogado de Mubarak dijo a CNN que el exmandatario había entrado en coma hacía unas horas, lo que también contradice la versión de la agencia oficial. “Mubarak ha tenido agua en los pulmones durante 10 días y ahora su presión arterial se ha reducido, lo que obstruye la respiración y obligó a los médicos a ponerle un respirador. Se le administró el medicamento vía intravenosa para aliviar el coágulo del cerebro, y se utilizaron descargas eléctricas para reanimarlo, pero no hubo respuesta de fondo. Él no está muerto, como se informó”, dijo el abogado Farid El Deeb.
Los médicos habían revivido horas antes a Mubarak, quien se encontraba recluido en una prisión de Egipto, después de sufrir un paro respiratorio, informó a CNN el vocero de la Fiscalía egipcia.
“Fuimos informados por las autoridades penitenciarias de que el corazón de Mubarak se detuvo, y se utilizaron descargas eléctricas y RCP para resucitarlo”, explicó Adel Saeed, vocero de la fiscalía.
Fareed El Deeb dijo a CNN que el expresidente fue trasladado desde la prisión de Tora al hospital militar Maadi. “Él ha sufrido un accidente cerebrovascular, pero no está muerto”, dijo El Deeb
Sin embargo, el fiscal y el Consejo Militar negaron que Mubarak hubiera sido trasladado a un hospital de la prisión.
Mubarak fue condenado a cadena perpetua el 2 de junio por el asesinato de manifestantes que exigían democracia el año pasado. El exmandatario, con problemas de salud, tuvo que asistir en camilla a la Corte.
El 11 de junio, Saeed dijo que la salud de Mubarak se había deteriorado desde que conoció el veredicto, y que los desfibriladores se habían utilizado en varias ocasiones para revivirlo, “debido a complicaciones del corazón”. Mubarak se encontraba conectado a un respirador artificial y fue trasladado a un hospital.
Los informes sobre la salud de Mubarak coinciden con la tensión que se vive en Egipto después de las elecciones de este fin de semana, en las que compitieron los islamistas y un antiguo miembro del régimen del dictador. Ambos candidatos se han declarado ganadores mientras que los militares se aferran al poder tras la nulidad del Parlamento. Miles de personas se concentran este martes en la plaza Tahrir contra lo que consideran un «golpe de Estado».
Fuente: http://mexico.cnn.com