Una mujer de Florida mató el martes a sus cuatro hijos y se quitó la vida. Tres de los chicos habían acudido ante un vecino para pedirle ayuda, pero ella los llamó a casa tranquilamente y les disparó, informaron las autoridades.
Tonya Thomas, de 33 años, acabó a tiros con la vida de sus cuatro hijos, con edades entre 12 y 17 años, en la ciudad de Port St. John, dijo el teniente Tod Goodyear, vocero de la oficina del alguacil en el condado de Brevard.
Tres de los muchachos acudieron antes del amanecer con un vecino que vive enfrente y le dijeron que su madre los había atacado a disparos. La madre los llamó entonces a casa y los mató, detalló Goodyear.
«De lo que dijeron los vecinos, ella estaba muy tranquila. Salió y los llamó a casa», dijo el vocero. «Ellos dieron vuelta y regresaron a la casa». Los vecinos escucharon disparos entonces y llamaron al servicio de emergencias.
Un vecino dijo a los agentes que Thomas le envió un mensaje de texto a medianoche, en el cual pidió que fuera incinerada con sus hijos. «El no vio el mensaje sino hasta que despertó esta mañana», agregó Goodyear.
Los agentes identificaron a los chicos como Pebbles Johnson, de 17 años; Jaxs Johnson, de 15; Jazlin Johnson, de 13; y Joel Johnson, de 12.
Port St. John está a unos 24 kilómetros (15 millas) al occidente de Cabo Cañaveral, en una zona conocida como la «Costa del Espacio» porque es la sede del Centro Espacial Kennedy de la NASA, donde hubo famosos despegues de los transbordadores espaciales.
Un vocero del Departamento de Niños y Familias declinó mencionar de inmediato si la familia tenía alguna relación con la agencia espacial.
Según los expedientes divulgados el martes sobre respuestas a llamados de emergencia, las autoridades acudieron a la casa de Thomas tres días sucesivos en abril. En dos casos, por presunta violencia de algunos de los muchachos y en el tercero por una supuesta supervisión inadecuada de los hijos de la familia.
Goodyear informó que Jaxs Johnson fue detenido recientemente por violencia doméstica, aunque desconocía si fue acusado de golpear a su madre o de dañar la casa.
Un pastor del templo al que asistía la familia, la describió como «algo normal» y lamentó los hechos.