Hace un par de días Mariana Nannis y Charlotte Chantal fueron a comer a la noche a un restaurante, más precisamente a La Parolaccia.
Pidieron salmón y bebieron agua mineral y postre. Con ellas había un par de personas de su entorno.
Cuando llegó la cuenta Mariana dio su tarjeta de crédito para pagar; a los minutos volvió el mozo y le dijo: «Señora, la tarjeta no funciona».
Ella le insistió con que andaba y el mozo volvió a ir; al rato regresó sin suerte otra vez.
«No funciona señora, ¿tiene otra o tiene efectivo?». Nannis se puso de tan mal humor que pidió la carta para cotrolar los precios para ver si los 500 pesos que le estaban cobrando estaba bien.
Luego habló con un encargado y explicó que las tarjetas en Europa tienen un «chip» y que tal vez se habia dañado el adminículo, que eran tarjetas «super top» según su propia descripción.
No hubo caso: la tarjeta no funcionaba, nadie tenía dinero en efectivo, por lo que Dany La muerte, el custodio de Charlotte, tuvo que ir hasta el hotel a buscar dinero para poder abonar la cuenta.
Mariana y su hija se retiraron indignadas del lugar.
Pero no es la primera vez que queda en evidencia que las chicas no son «tan ricas» como nos quieren hacer creer.
El día de la gala de «Showmatch» los zapatos que tenían puestos las dos, no eran ni de Cristian Louboutin ni Manolo Blanik a pesar que ellas los nombraron.
Las chicas tenían en su pies unos auténticos Ricky Sarkany.
También el vestido era de Cosano y no de algún disñador europeo , ni las joyas de Mariana eran de ella: estaban prestadas y tuvo una persona de seguridad que la acompañó hasta cuando fue al baño.
El glamour y el charme están escaseando, al menos en los primeros días de la Nannis y de Charlotte en Buenos Aires.
Fuente: http://www.ratingcero.com/