Rodrigo García González, el creador, explicó en Cadena Ser que la maleta acompaña al propietario a unos 80 centímetros de distancia y que no tiene ruedas, sino una cinta tipo oruga que permite que pueda subir escaleras.
El inventor dijo que «tiene un sistema de oruga, como los tanques, que permite salvar obstáculos más fácilmente». La maleta ha sido bautizada como «Hop» y tiene tres sensores que detectan dónde está el teléfono móvil del usuario. Además, cuenta con un dispositivo que avisa por teléfono cuando la roban.
«La maleta ha pasado de ser una caja a tener ruedas en escasamente 30 años, y mi propuesta es que esas ruedas se puedan mover y que puedan seguir al usuario», declaró García.
El proyecto es un prototipo básico -al que le falta bastante desarrollo, según su autor- que fue presentado en un concurso internacional de inventos y de diseño y que tiene como objetivo ayudar a ancianos o minusválidos.
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