El ex presidente brasileño rechazó la posibilidad de habilitar la continuidad indefinida de políticos en el poder. Además, indicó que «la inflación es una desgracia para cualquier país» y advirtió: «Yo aprendí a no andar reclamando y decir que la prensa es culpable de todo»
Como parte de su visita al país, Luiz Inácio Lula da Silva dejó fuertes conceptos en relación a la situación política de la Argentina y el continente, en lo que respecta a las reelecciones indefinidas, la inflación y la relación con los medios de comunicación.
Al ser consultado acerca de la nueva reelección de Hugo Chávez, que llevará a que cumpla 20 años en el poder de Venezuela, el ex presidente brasileño recordó: «Cuando estaba en la presidencia de la República y tenía el 87% de aprobación, prohibí que mi partido, por medio de mis compañeros diputados, presentara cualquier tipo de enmienda proponiendo mi (re-)reelección«.
«¿Por qué? Porque me parece que la democracia es un ejercicio de alternancia de poder, no sólo de personas, sino de sectores de la sociedad», evaluó el ex mandatario, tras haber superado el cáncer de laringe que le fue diagnosticado el año pasado.
Sin embargo, al ser consultado por el diario La Nación acerca de por qué expresó su respaldo al caudillo caribeño, aclaró: «Yo creía que Chávez sería mejor para Venezuela. Creo también que el compañero Chávez debe empezar a preparar su sucesión«.
Por otra parte, Lula también se refirió a la relación que los distintos gobiernos latinoamericanos mantienen con los medios de sus respectivos países. «Yo pienso que pocos líderes políticos del mundo fueron y son criticados por la prensa como yo. Sin embargo, yo no me quejo. Yo nunca tuve la prensa a mi favor y no por eso dejé de ser el presidente con la mayor aprobación de mi país«, evaluó.
«Me parece que debemos creer en la sabiduría de los lectores, de los radioyentes y de los televidentes (…) Yo aprendí a no andar reclamando y decir que la prensa es culpable de todo«, señaló al respecto.
Al preguntársele acerca del menor crecimiento económico que empezó a registrar Brasil, Lula aclaró que se trata de «una desaceleración promovida por el Gobierno» debido a que en 2010 «el consumo era exageradamente alto» y debían «disminuir un poco ese ímpetu» porque «era necesario controlar la inflación«.
«Yo era líder sindical cuando la inflación en Brasil era del 80% al mes. La inflación es una desgracia para cualquier país y principalmente para los trabajadores. Por eso, cuando asumí la presidencia y la inflación estaba en el 12% trabajamos muy fuerte, estableciendo una meta de 4,5% y cumplimos esa meta y se está cumpliendo ahora. Y esto representa un beneficio salarial extraordinario para los trabajadores«, concluyó.
Ayer, el mandatario brasileño aclaró en conferencia de prensa que ya no tiene «ambiciones políticas«, destacó el desarrollo económico de Brasil, la “gran amistad con Cristina Kirchner” y el papel de América Latina en un mundo en crisis.
Fuente: http://www.infobae.com