Desde el dulce de leche al colectivo, pasando por el helicóptero y la birome, son algunos de los grandes “descubrimientos” de los creativos de nuestro país, aunque no siempre se los reconoce internacionalmente.
Los argentinos no inventamos la computadora, ni el tren, ni el satélite, ni internet. Pero nos dimos el gusto de crear algo tan rico como el dulce de leche, o práctico como la birome, o científico como las huellas dactilares, o amigable como el colectivo.
Contamos con maravillosos inventos, que no cuentan –en algunos casos– con el reconocimiento internacional. Te invitamos a conocer la historia de algunos de ellos… El dulce de leche: aunque muchos lo discuten, cuenta una leyenda que lo inventó, por accidente, una criada de Juan Manuel de Rosas, en el siglo XIX, en Cañuelas. La mujer olvidó la cacerola con leche y azúcar en el fuego…y como por arte de magia se hizo dulce. Lo que nadie niega es que, sin duda, es un invento delicioso.
Colectivo: Angel di Césare era taxista, allá por el año 1928. Pero en esa época no había muchos clientes, así que se le ocurrió hacer un recorrido regular (con salida y llegada fijas) y cargar más de un pasajero. Y nació la línea 1 de colectivos. Sistemas similares ya se conocían en Europa con anterioridad.
Helicóptero: cuando se habla del helicóptero, se recuerda al autogiro del español Juan de la Cierva, del año 1923, o los modelos del ruso Igor Sikorsky, de 1939. Pocos saben que el argentino Raúl Pateras de Pescara, ya en 1920, construyó los primeros helicópteros eficientes de la historia.
Dactiloscopía: antes los ladrones no utilizaban guantes. No les importaba dejar huellas. Pero desde que el argentino Juan Vucetich creó, en 1891, el sistema dactiloscópico de identificación de personas, es posible reconocer a una persona (ladrón o no) por sus huellas digitales. Hoy, su sistema se utiliza en todo el mundo.
Birome: el húngaro Laszlo Biro llegó a la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y en 1944 creó el invento argentino más reconocido internacionalmente: la lapicera birome. También inventó el desodorante a bolilla, la boquilla para los cigarrillos y un lavarropas automático.
Dibujo animado: casi nadie lo sabe, pero el creador de los primeros dibujos animados fue el argentino Quirino Cristiani. En 1917 realizó la primera película de este tipo. Se llamaba “El apóstol” y era una sátira del entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Años más tarde, un famoso productor de Estados Unidos quiso contratar a Cristiani para que trabajara en su estudio, pero no lo logró.
Fuente: http://www.cronica.com.ar/