Tener hijos provoca angustia emocional y disminuye la satisfacción marital, según estudios, pero ¿compensa todo eso haciéndote más feliz?
Jessica Copeland, de 31 años, dice que desde que estudiaba preparatoria ya sabía que no quería ser madre.
“Es mi decisión, y la mejor decisión para mi vida”, dijo Copeland a CNN; “yo sé quién soy y lo que quiero en la vida, y sé, sin duda, que los niños no encajan en esa ecuación”.
Decidiones como la de Copeland son cada vez más comúnes. En Estados Unidos, por ejemplo, una de cada cinco mujeres termina su periodo de fertilidad sin tener un hijo; en la década de 1970, esto ocurría en uno de cada 10 casos únicamente.
Las mujeres más educadas, aquéllas que tienen grados de licenciatura o superiores, son quienes tienen más probabilidades de nunca dar a luz, según el Pew Research Center.
Las mujeres están desafiando la idea de que una vida feliz y plena requiere hijos. De hecho, otros estudios sugieren que tener hijos puede incluso tener un impacto negativo sobre la felicidad.
“Como grupo, los padres de todos los tipos y todos los niveles socioeconómicos en Estados Unidos reportan más síntomas de depresión y angustia emocional que sus homólogos adultos sin hijos”, dijo Robin Simon, un profesor de sociología de Wake Forest University, que investiga la relación entre paternidad y bienestar emocional.
Su información se basa en un estudio representativo realizado entre 11,473 estadounidenses, elegidos de todas las razas, niveles socioeconómicos y niveles educativos.
El libro del profesor de psicología de Harvard, Daniel Gilbert Stumbling on Happiness (Tropezar con la felicidad) observó varios estudios y encontró que los niños dan a los adultos muchas cosas, pero un “aumento en la felicidad diaria no es probablemente una de ellas”,
Gilbert refiere que los psicólogos han encontrado que los padres son menos felices al interactuar con sus hijos que realizando actividades como comer, ver televisión o incluso hacer ejercicio.
“Es un hallazgo contradictorio, porque tenemos estas creencias culturales que los niños son la clave para la felicidad y una vida sana, y no lo son”, dijo Simon.
“Desde el exterior puedes ver los efectos perjudiciales que causan nuestras creencias culturales, y aún existe este grupo de personas diciendo que los niños son la mejor cosa que te sucederá”, dijo Copeland.
Copeland, una esposa de un militar, dijo que nunca sintió ninguna presión para tener hijos, y su familia ha apoyado su decisión.
Fuera de su círculo íntimo, sin embargo, la acogida ha sido diferente. “La reacción típica que recibo es de consternación y lástima”, señaló.
Pero Copeland, hija única, está lejos de sentirse triste y le resulta irónico que la gente con niños a menudo se queja de su propio estilo de vida.
Simon destaca otros retos que enfrentan los padres, pues dice que la satisfacción marital disminuye después del nacimiento del primer hijo y se reduce continuamente con el tiempo.
La retención del empleo y los ingresos se ven afectados para las mujeres cuando tienen hijos, de acuerdo con investigaciones citada por Jennifer Glass, profesora de la Universidad de Illinois, en Chicago, Estados Unidos.
Criar a un hijo es caro. De acuerdo con cifras del gobierno estadounidense, el costo promedio de criar un niño desde el nacimiento hasta los 17 años es de unos 222,360 dólares para un niño nacido en 2009 (en dólares de 2009). Eso incluye alimentación, vivienda, transporte, ropa, salud, educación, guardería, y otros gastos diversos.
Entonces, ¿qué piensan los padres acerca de esta investigación? Depende a quién le preguntes, dice Simon.
“He recibido mensajes de odio en el pasado de parte de algunos padres después de que han leído los estudios, pero a menudo encuentro que muchos padres se sienten liberados por la investigación”, dijo. “Ser padre es un trabajo muy difícil y estresante, y muchas personas que leen los datos descubren que no son los únicos que se sienten abrumados por el trabajo duro”.
“El objetivo de la investigación (es) que si eres un padre o madre, o quieres convertirte en uno, entiendas en lo que te estás metiendo y te prepares para un montón de trabajo duro, sudor y lágrimas; incluso en las mejores condiciones”, dijo Simon.
Simon y Glass dicen que los padres en Estados Unidos a menudo carecen del apoyo adecuado, y de la asistencia y apoyo necesarios para criar a un niño. Dicen que les gustaría que el gobierno implementara y subsidiara más políticas “amigables con los niños” para ayudar a las familias a prosperar.
Simon y Glass están trabajando en un proyecto para comparar el “bienestar emocional” de los padres de Estados Unidos frente a los padres de 21 países desarrollados. Esperan que los padres de países con sistemas de apoyo superiores a los de Estados Unidos obtengan mejores resultados, pero no quieren hacer ese supuesto hasta que su investigación se haya completado.
Abundan los estudios sobre este tema, y uno reciente puede proporcionar alguna alegría a los padres. La investigación publicada en la edición de marzo de Population and Development Review encontró que entre más niños tienen los padres mayores de 40 años, más felices son. Utilizaron datos de 86 países para su investigación.
Los autores del estudio dicen que a medida que los niños crecen, requieren menos cuidados y estrés por parte de los padres, pueden convertirse en una fuente de apoyo para las mamás y los papás.
Mientras tanto, Copeland dice que su matrimonio con su mejor amigo y “el hombre de mis sueños” es la única familia que necesita crear en su vida. Ella confía en su instinto y su decisión. Y alienta a otros a tomar sus propias decisiones, y a que respeten la suya también.
Fuente: http://mexico.cnn.com