El bebé, tercero en la línea de sucesión al trono, nació a las 14:24 hora local en el St. Mary’s Hospital en Paddington. De acuerdo con el comunicado de Buckingham, tanto la madre, Kate Middleton, como su hijo, que pesó 3,800 kg, se encuentran en perfecto estado de salud. «Su Alteza Real y su hijo están bien y permanecerán esta noche en el hospital», dijo un comunicado de la Casa Real británica.
Para la pareja real el lunes comenzó a las 7:30 de la mañana. El palacio de Kensington anunció que la duquesa de Cambridge había sido admitida en el St. Mary’s Hospital, en Paddington, con los primeros síntomas de que iba a dar a luz. Kate llegó con absoluta discreción, acompañada de su marido, el príncipe William.
Isabel II había expresado recientemente su impaciencia por la demora en la llegada del bebé, y dijo entonces que le daba igual tener un bisnieto que una bisnieta.
El nombre del niño es una incógnita. George y James son grandes opciones, porque hay un fuerte precedente entre los reyes con ese nombre.
Londres ya celebra el nacimiento del «bebé Cambridge» -como se le conocerá hasta que tenga un hombre- y el ayuntamiento de la capital británica ha ordenado que las fuentes de la plaza de Trafalgar en Londres y otros puntos emblemáticos de la capital se iluminen en rosa o azul, dependiendo del sexo del futuro heredero al trono.
Eso mismo ocurrió en noviembre de 1948, cuando nació Carlos de Inglaterra, mientras que en agosto de 1950, el nacimiento de la princesa Ana fue anunciado en el estadio de cricket de Oval.
Según apunta este domingo el citado rotativo, también se iluminarán otros puntos icónicos de la ciudad cuando llegue el bebé, como la Noria de Londres, aunque de los colores patrióticos rojo, blanco y azul.
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