El Gobierno congeló los precios y se aseguró, en caso de tener éxito, que no aumenten al menos por dos meses, con la intención de bajar la presión sobre los reclamos salariales. Pero la inflación acumulada en los últimos años hace que aún freezados, los valores de los bienes en la Argentina sean más caros que en Europa, de acuerdo con un relevamiento hecho por PERFIL en tiendas de Roma y París.
Una lata de gaseosa, una botella de agua mineral o una lata de tomate, todo sale más barato en las góndolas del Viejo Continente que en un local de Capital Federal o el Gran Buenos Aires. Si se hace la conversión a un euro de $ 6,70, el resultado puede alarmar a cualquier persona que haga las compras e intente llenar el changuito. Se paga $ 3,75 por una Coca Zero en un kiosco cerca de El Coliseo, mientras que en un local de plaza Once vale $ 5,50. Cuesta $ 7,10 un paquete de 400 gramos de pan lactal en un súper romano, pero vale hasta $ 15,15 en un Carrefour de Microcentro.
Según la opinión de diferentes economistas, la inflación, una distinta composición en la cadena de producción y distribución y un disímil impacto de los impuestos contribuyen a tamaña diferencia de precios, que demostrarían en lo cotidiano el problema de precios relativos y atraso cambiario de la economía argentina.
“La Argentina está dentro de los primeros cinco países con más presión impositiva sobre las empresas, con tributos como Ingresos Brutos, y todo eso recae sobre precios”, explica Fausto Spotorno, del Estudio Ferreres y Asociados.
“En segundo lugar, también hay una pérdida de competitividad si se hace la comparación con el tipo de cambio oficial por los costos en dólares de la Argentina”, acotó el economista, que aclaró que se debe comparar una canasta de bienes y servicios, y no sólo productos, porque acá el transporte y los alquileres son más baratos y eso compensa.
Según Eurostat, el órgano estadístico de la Unión Europea, el salario mínimo promedio va de 148,28 euros ($ 993,47) en Bulgaria a 1.801,49 ($ 12.069) en Luxemburgo, a datos de 2012. En la Argentina, en tanto, el salario mínimo vital y móvil es, desde el 1º de febrero de $ 2.875
Moreno y los super. Lejos de Europa, en tanto, en el marco de la ya clásica “escuelita” de los días viernes, Moreno pidió a los supermercadosque realicen un balance de su facturación hacia mediados del mes de marzo, para tomar nota de la voluntad sectorial de mantener el congelamiento de precios o bien, del reclamo de un aumento.
La presidenta de la Cámara Empresaria de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), Yolanda Durán, afirmó a PERFIL que “Moreno, en un clima muy cordial, pidió la presentación de un testeo del mercado para mediados del mes solamente para ver cómo van las ventas para ese entonces”. La directiva puntualizó que a mitad del próximo mes, “los formadores de precios, que son las grandes cadenas, mostrarán números y Moreno escuchará de ellas si sigue un congelamiento o no”.
Fuente: fortunaweb.com.ar