Por lo menos 57 integrantes de una secta islámica, entre los que se encuentran niños, fue descubierta viviendo bajo tierra en la República de Tatarstán, informó la Policía de Rusia.
Muchos de ellos nunca han visto el sol, de acuerdo con las autoridades. El grupo incluye a por lo menos 19 de personas de entre 1 y 17 años, quienes fueron liberados.
El búnker, al parecer construido con bloques de cemento, supuestamente tiene varios niveles bajo tierra, así como cuartos o áreas sin luz, ventilación o calefacción.
El lugar está ubicado cerca de la ciudad de Kazán, en Tatarstán, a unos 804 kilómetros de Moscú, al sureste de Rusia.
Tatarstán es mayoritariamente musulmán y recientemente ha experimentado un boom de petróleo. De acuerdo con expertos, esto la ha convertido en un objetivo para radicales islamistas que buscan sacar provecho.
El líder de la secta es Fayzarahman Satarov, de 83 años, quien se autonombró un profeta destinado a dirigir un califato, según un reporte del canal Vesti, de la televisión estatal rusa.
La policía detuvo a Satarov y a otras personas, quienes ahora enfrentan cargos.
Los medios rusos reportan que sus seguidores vivían en el aislamiento, negándose a reconocer las leyes de Rusia y a la autoridad de los líderes musulmanes en Tatarstán.
Fuente: http://mexico.cnn.com/