Al igual que Federico Elaskar, el financista Leonardo Fariña realizó este lunes unextenso descargo ante el juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán, quienes lo investigan en la causa por presuntas maniobras de lavado de dinero, en la que también está imputado el empresario Lázaro Báez.
Fariña admitió que compró campos para Báez en Mendoza y le firmó los boletos de compra-venta, pero no hizo el traslado del dinero, según revelaron fuentes judiciales aInfobae.
Aseguró que sabía que estaba siendo filmado por la cámara oculta que le hizo el periodista Jorge Lanata, para su programa Periodismo para Todos, a quien insultó durante su declaración, que se extendió por casi 13 horas. “Lanata es un hijo de puta”, disparó Fariña, según las fuentes judiciales.
El marido –ahora separado- de la modelo Karina Jelinek también contó que cobró por asesoramiento a empresas de Carlos Molinari, por lo que recibía $70 mil por mes. El empresario ya lo había afirmado en declaraciones televisivas apenas se desató el escándalo.
Asimismo, admitió que estuvo al frente de auditorías y asesoramiento para Austral Construcciones, una de las empresas de Lázaro Báez.
Fariña entró a los tribunales de Comodoro Py a las 9 de la mañana y se retiró pasadas las 22:30. A la salida, en un breve contacto con la prensa sostuvo que respondió todo y que se trató de “una declaración espontánea” donde “amplié mi indagatoria”.
“No hay pregunta que me haya negado a responder. Contesté todos los requerimientos”, precisó y aseveró categórico: “No tengo miedo de ir preso” porque -continuó- “estoy totalmente seguro de las cosas que hice”.
Fariña contó a los periodistas presentes en los tribunales que Fabián Rossi, también envuelto en la causa por lavado de dinero, lo llamó obligándolo para que cambie de abogado “y ponga gente de él”.
El marido de Jelinek se presentó vestido con campera verde de cuero, zapatillas blancas, anteojos negros y camisa blanca. Ingresó junto a su abogado, Iván Mendoza.
Elaskar y Fariña se cruzaron, pero no hablaron. Declararon en simultáneo, pero en ambientes distintos. El juez y el fiscal iban y venían, mientras sus respectivos secretarios participaban del trámite judicial.
Incluso, durante un parate de la declaración, Elaskar y Fariña salieron a fumar y estuvieron separados por unos metros. Cerca de las 14, el marido de Karina Jelinek eligió almorzar en el bufet de Tribunales durante un cuarto intermedio.
Fuente: http://www.infobae.com