Dormir en pareja es un acto tan cotidiano como agradable. No obstante no siempre se cumple la norma de mantener una postura saludable al dormir en pareja, y no es raro despertarse con dolor o sensación de no haber descansado precisamente por no haber hecho un buen descanso.
Además de un buen equipo de descanso (colchón adecuado, almohada, etc.) es necesario mantener una buena postura al dormir en pareja para evitar la aparición o aumento de dolencias y favorecer una noche de descanso. Aquí algunos consejos para conseguirlo:
– La posición más recomendable es dormir de lado con un buen apoyo de la cabeza, de tal forma que no esté elevada o caída, sino en posición neutra, alineada con el resto de la columna vertebral. Una leve flexión de las piernas y la columna favorecerá estár relajados y sin tensiones. Esta es la forma más saludable de dormir, ya sea solo o en compañía.
– Evitar posturas forzadas como boca abajo, donde se rotan los brazos y se dificulta la respiración, además de que se arquea la zona lumbar y es habitual que duela.
– Minimizar el tiempo de estar boca arriba, ya que las piernas extendidas también generan tensión en la región lumbar y pueden ocasionar dolencias.
– Evitar posiciones con «abrazos forzados» a la pareja, donde la cabeza descanse sobre el brazo, o los brazos o piernas queden entrelazados en posiciones inestables, cómodas para estar unos minutos, pero dañinas para el descanso necesario para un sueño reparador. Son habituales parestesias (pérdidas de sensibilidad, hormigueos…) debido a la presión, por ejemplo, de la cabeza de la pareja sobre el brazo.
– Diferenciar el tiempo de «mimitos» del de dormir: Es saludable y agradable abrazar a la pareja y hacerle todos los mimos habidos y por haber, pero, a la hora de dormir, hay que dormir. Hay que evitar hacerlo en posturas incómodas por muy románticas que estas parezcan. Nuestra espalda y la de nuestra pareja lo agradecerán.
Fuente: http://tufisio.net/