Así como el amor y el sexo son dos grandes energizantes un divorcio es la mayor pérdida de energía y fuente de stress que puede sufrir una persona, sólo equiparable a un duelo.
La situación se complica más aún si hablamos del divorcio o separación de una pareja con hijos, constituida como familia.
A pesar del dolor, el callejón tiene salida: la única clave es transitar cada una de las etapas con convicción hasta llegar a la aceptación. ¿En qué quedaron los sueños, las promesas de amarse hasta que la muerte los separe? ¿El amor se da una sola vez en la vida? ¿Es posible volver a enamorarse después de una larga relación de pareja?
Cada mujer tiene una historia única en relación con los afectos. Además del amor de pareja, existen otros sentimientos como la amistad, el amor por los hijos. Pero el amor romántico es una emoción que potencia al individuo en lo mejor que tiene. Brinda energía y vitalidad, nos hace creer que todo se puede, nos conecta con sensaciones de placer, con deseos de compartir las pequeñas y grandes cosas de la vida. Debemos recordar que debe ser alimentado todos los días, con dedicación y entrega. Cuando esto no ocurre, el amor se muere.
“Las rupturas ocurren por diferentes razones. Cuando las necesidades de cada uno no son satisfechas, cuando la rutina reemplaza la curiosidad y la sorpresa, aparece un vacío existencial que provoca mucho sufrimiento. Muchas veces el crecimiento de cada uno de los miembros de la pareja es desparejo y los intereses ya no son compartidos. En otras oportunidades, uno de los integrantes de la pareja puede enamorarse de otra persona”, explica la Lic. Patricia Gubbay de Hanono, directora de Hémera, Centro de Estudios del Estrés y la Ansiedad.
Las cuatro etapas antes de la aceptación
“El divorcio es una situación de alto stress, tiene un impacto traumático no sólo para los miembros de la pareja sino para todos los integrantes de la familia, la propia y las políticas. El cómo se va a transitar el divorcio: tiene mucho que ver con las características de la pareja y sobre todo con las razones del divorcio. No es lo mismo llegar a un divorcio por un desgaste que sufrió la pareja que porque uno de los dos se haya enamorado de una tercera persona, apunta la licenciada Mirta Dall´Occhio, co-directora de Hémera, Centro de Estudios del Estrés y la Ansiedad.
Ninguna relación en la vida tiene tantos aspectos en común como la relación de pareja. Con la pareja se establece la relación más múltiple de todas: hijos, familias de origen, economías, vida profesional, entre otras.
“Cuando una pareja se disuelve todas esas áreas en común tienen que ser redefinidas. Un divorcio literalmente te cambia la vida. Hay que confrontar con el dolor propio, hacer frente a la situación de fracaso, ser testigo y responsable del dolor de los hijos, es una pérdida de por vida, que sólo es comparable al proceso de un duelo, de una muerte. Es una situación que te acompaña de por vida y que es uno el que la atraviesa, pero esa pérdida siempre va a estar, puntualiza Dall´Occhio”.
Con la familia política, por más que el vínculo continúa por los hijos las lealtades son otras. “Del otro lado” también quedan cosas y lazos afectivos que uno quería.
“Frente a un divorcio hay que definir las 5 etapas que hay que transitar: el enojo, la negación, la culpa, la tristeza para luego la aceptación. El tránsito ordenado y profundo de estas cuatro etapas necesita estimativamente entre 3 a 5 años.Durante ese tiempo la gente va procesando el “duelo” del matrimonio anterior, redefine y reconstruye las lealtades y relaciones a su alrededor, las propias y las de sus hijos”, agrega la especialista Dall´Occhio.
El tema con los chicos es estar sanos psíquicamente para que puedan acceder con libertad a las dos familias, sin resentimiento y sin cargas para ellos. Los chicos son los puentes. Para esto hace falta salud mental, lucidez, mirada a futuro y mucho amor.
Volver a empezar
El amor puede aparecer a cualquier edad. Muchas personas luego de la ruptura de la pareja, vuelven a enamorarse y rehacen sus vidas. Si una mujer o un hombre son positivos, pueden superar la crisis y emprender nuevos caminos.
En el ensamble cuando las personas deciden reiniciar otra familia, también hay situaciones conflictivas, que hay que pasarlas. El rearmado de una segunda pareja o familia va a cargar con la manera con la que cada miembro resolvió lo anterior.
Claro que se puede, y en la estadística en la Argentina, la mayoría de las parejas logran ensamblarse con éxito a una segunda familia.
Las 10 situaciones que causan más estrés
El estrés negativo es el que requiere que uno se tenga que acomodar a una escena nueva: duelo, divorcio. El estrés positivo es el que requiere desplegar recursos para una escena nueva: ascenso en el trabajo, mudanza.
1. Las mudanzas
Mudarse a una casa nueva y más grande es un acontecimiento positivo y emocionante, pero también puede crear estrés inesperado por todos los cambios que se suceden. Cambian los vecinos, el ámbito de referencia y la ubicación de todas las cosas personales.
2. El casamiento
Está claro que todas las situaciones nuevas de la vida generan estrés, las buenas y las malas. Y la boda está muy arriba en la lista por todos los preparativos y cambios que implica. La sensación de incertidumbre que rodea al nuevo modo de vida, genera un gran estrés con el que habrá que lidiar.
3. Divorcio/s
Después de todo lo dicho, vale este dato: según una investigación de 2013 de la Universidad Estatal de Ohio, los sentimientos de inseguridad y ansiedad frecuente hacia la pareja aumentan los niveles de las hormonas del estrés y debilitan el sistema inmunológico.
4. Tener un bebé
La vida de una mamá reciente es estresante, sobre todo porque al margen de la enorme felicidad hay muchos cambios en la vida cotidiana. Cuidar de un bebé añade muchos factores de estrés: dormir poco, cambiar pañales, darle la teta, hacer frente a los cambios del cuerpo. Ni hablar cuando hay que volver a trabajar.
5. Duelo, perder a un ser querido
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), sobrellevar la pérdida de un familiar cercano o amigo podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La muerte de un ser querido puede causar un dolor especialmente profundo. Pueden surgir largos períodos de tristeza y depresión.
6. Retirarse o jubilarse
Para los hombres y mujeres que se definen a través de sus carreras, retirarse o jubilarse suele resultar muy estresante. Las relaciones con los cónyuges e hijos cambian durante la jubilación. Las parejas deberán pasar más tiempo juntas. Esto implica una adaptación para ambas partes.
7. Perder el empleo
Quedarse sin trabajo puede provocar problemas cardíacos inmediatos, y el estrés y los malos hábitos que frecuentemente conlleva el desempleo, pueden acumularse con el tiempo y causar daños cardiovasculares, según la Universidad de Texas en un estudio de abril de 2013.
8. Tener una enfermedad grave
Es otro de los grandes y difíciles desafíos a enfrentar. Muchos de los factores estresantes más comunes a largo plazo (enfermedad grave, recuperación de heridas, presiones de trabajo) surgen de forma concurrente y sin previo aviso.
9. Los trámites en general
Siempre un trámite genera una situación de estrés. En tiempos de un mundo global, ocupan el primer puesto los trámites migratorios, que son definitivos para la vida de una persona o familia.Y según un estudio de la Universidad de Florida, los trámites migratorios se han sumado a la lista de situaciones de estrés extremo.
10. Rendir exámenes finales
Tener un poco de estrés por un examen, puede motivarte a estudiar más. Pero cuando el examen te causa mucho estrés, no podrás concentrarte en la materia que necesitás aprender. A las presiones intensas y durables hay que afrontarlas con ayuda, porque pueden ocasionar una sobrecarga de estrés.
Fuente: http://www.infobae.com