¿Es lo mismo un granizado que un frappu? ¿Qué es exactamente un smoothie? Acá te lo explicamos pero, ante todo, te recomendamos las bebidas más refrescantes del verano porteño y dónde probarlas.
En Buenos Aires comprar bebidas en un kiosco es una opción sólo para apurados que quieren beber al paso. Para los que pueden hacer un stop y sentarse en alguna mesa, existe una variedad de posibilidades que ha ido creciendo y se ha diversificado a lo largo de las últimas temporadas y que hoy es estrella de restaurante, cafés, bares y heladerías: hablamos de las bebidas heladas, que algunos llaman indistintamente frozen, o licuados. También smoothies, granizados, frappés y demás apodos. Más allá de las denominaciones, se trata, básicamente, de tragos con frutas o café, y mucho hielo.
DICCIONARIO CONGELADO
Empecemos por lo básico: los tradicionales licuados son jugos de fruta con hielo, pero procesados. Es decir, sólo un cambio en la consistencia de la bebida gracias a la posibilidad de triturar los ingredientes.
Los granizados (de origen italiano), que a nivel local comenzaron a pisar fuerte a partir de 2008, con la llegada de Starbucks y sus Frappuccinos, son una mezcla de hielo, syrup o jugo de frutas y azúcar. Los frappés son básicamente lo mismo, pero en francés. Algunos dicen que la diferencia es que el primero se hace congelando el jugo de frutas y luego raspándolo, mientras que el segundo es el jugo de la fruta licuado con cubitos de hielo. Resultado: esencialmente lo mismo. Unos con terminación más rústica y otros menos. En inglés, cualquiera de estas dos variaciones puede ser llamada frozen o frozen drink.
La innovación sí llega de la mano del smoothie, un licuado de frutas finamente procesado que se comenzó a vender en Estados Unidos en los años 60. Algunos le ponen yogurt y otros no; pero lo que nunca debe fallar en un smoothie, es la consistencia súper homogénea y uniforme, producto de un largo tiempo en la licuadora.
Otro caso es el del café helado, originario de Grecia pero adoptado y reversionado de las formas más ocurrentes por marcas de cafeterías: no solo de grandes cadenas, sino también pequeñas cafeterías barriales que reciben productos y capacitación de empresas como Central de Café, que promueven nuevas formas de consumo para la tradicional infusión.
HACEN LO QUE SE LES CANTA
Lo cierto es que acá hay bastante libertad en cuánto a lo que delimita una bebida de otra. Cualquiera hace un típico licuado y lo llama smoothie para aparentar modernidad. Pero lo que importa, en definitiva, es que la bebida sea rica y refresque. Ya sea por su sabor u originalidad, estas son algunas de las recomendadas para este verano:
El Oregon Chai Frappé de FELICIDAD
No apta para paladares blandos. En la deli muy chic de Las Cañitas preparan un blend molido de té chai de gusto muy intenso, disuelto en leche y hielo granizado. Es un postre, es una merienda, es un desayuno y es una bebida refrescante. Tomalo cuando quieras, pero tomalo al menos una vez en la vida ($28). Otra opción muy rica es el licuado de banana, mango y ananá. No viene frozen, pero se puede pedir y recomendamos hacerlo. Se sienten mucho la banana y el ananá, que son dos sabores poco combinados y quedan muy bien. El mango es como un gustito secundario que llega de sorpresa ($28).
(Migueletes 887, Las Cañitas / T. 4773-9346)
Raspadito de frutilla de FRENZY
Mucho, muchísimo hielo que duerme la lengua, jugo natural de frutilla, topping de yogur helado y fruta picada a elección. El raspadito es la nueva propuesta de Frenzy, un lugar conocido por sus smoothies y helados de yogur. Es una bebida / helado típica de Centroamérica y Asia, muy recomendable para comer con cucharita por la cantidad de hielo. Progresivamente se va derritiendo y mezclando con el yogurt hasta convertirse en una bebida helada con cubitos sorpresa de fruta que van apareciendo poco a poco. Una copa de este mejunje delicioso cuesta 32 pesos.
(Santa Fe 2682, Recoleta / T. 4821-5242)
El Berry Young de B-BLUE
En B-Blue hay que pedir arándanos. Sus dueños los producen y los integraron al local desde el nombre hasta el aderezo de las ensaladas. Sin ir más lejos, una de sus bebidas más ricas es el jugo Berry Young, una combinación densa y antioxidante de arándanos con ananá y naranja, que también se puede pedir natural. Otro que no podés dejar de probar es la Pomelada Frozen: exprimido de pomelo con mucho hielo picadito, toques de lima y menta que le dan un sabor refrescante. Ambas bebidas se pueden pedir para llevar. Cuestan 28 pesos.
(Armenia 1692, Palermo/ T. 4831-7024)
La limonada de menta y jengibre de MARK’S
Dicen que la limonada con menta y jengibre es la nueva Coca Light de Palermo. La venden en cuatro de cada cinco locales de la zona. Pero hay que darle un reconocimiento a Mark’s, que se destaca haciéndola y que además se jacta de haber sido el primero de la ciudad en ofrecerla. Más allá de quién haya sido el pionero, la verdad es que acá vas a recibir un vaso de medio litro de limonada helada, dulce y ácida a la vez. Sin embargo, lo que hace de esta una bebida especial es la textura cremosa ($25). El método de preparación es un secreto guardado desde hace trece años. Imperdible. Igual de rica y aún más cremosa es la Limonada Berry, hecha con arándanos congelados ($28). Dato: si la pedís para llevar te dan un poquito más, de yapa.
(El Salvador 4701, Palermo / T. 4832-6244)
El Frappé de Tramontana y Alfajor de Chocolate de HAVANNA
La cadena oriunda de Mar del Plata apuesta fuerte por las bebidas frozen y ofrece, entre otros, esta bomba helada, mezcla de crema tramontana, café espresso, leche, medallones de chocolate y hielo. Todo eso triturado hasta que se forma una mezcla cremosa y unificada donde están muy presentes los sabores del café y del chocolate. Como si fuera poco: trae un topping de crema batida, dulce de leche y un alfajor de chocolate Havanna en pedazos. ¿Precio? $31,75.
(Sucursales en www.havanna.com.ar)
El Capuchino Frozen de ORIGEN
Decidiste ir a pasar el domingo en San Telmo, son las cinco de la tarde y la térmica supera los 30 grados. Medio litro de helado de crema americana mezclado con leche, café, canela y charlotte de chocolate van a mejorar tu situación. Se puede pedir para llevar o para tomar ahí mismo. Es un sabor que, a pesar de ser dulce, no empalaga. Es espumoso, espeso y, aunque no se siente el hielo por ninguna parte, su temperatura hace evidente que tiene mucho. Cuando se termina queda un saborcito de café y canela en la boca que se queda un buen rato ($28).
(Humberto 1° 599, San Telmo/ T. 4362-7979)
El Orange & Ginger de HIERBABUENA
La entrada a Hierbabuena está adornada por cajas llenas de naranjas, manzanas y otras frutas. Esto ya indica la frescura de los ingredientes con que trabajan en este restaurante veggie. El Orange & Ginger es un jugo de naranja licuado con zanahoria y jengibre. Viene servido en una jarrita de 500 ml que cuesta $24 y sirve dos vasos grandes. El equilibrio de sabores no podría estar mejor. El jengibre queda picando en la boca por un rato después de cada trago. Es un jugo refrescante y más dulce que el exprimido de naranja puro. Otra opción muy rica es el smoothie de mango y sésamo: tiene yogur de vainilla, semillas de sésamo, mango, durazno, leche y miel ($26). Riquísimo.
(Caseros 454, San Telmo / T. 4362-2542)
Los licuados de THE FOOD FACTORY
El menú de The Food Factory ofrece, simplemente, licuados. Bajo la teoría de que no hay mejor combinación que la que se imagine el cliente, te dejan elegir las frutas frescas de estación que quieras para que las combines a gusto. Selecciónas primero la base, que puede ser jugo de naranja, agua, leche, yogurt o helado. Luego elegís las frutas para combinar, que pueden ser dos o cinco o veinte, según su gusto. Nosotros inventamos uno de mango y kiwi con base de jugo de naranja que quedó espectacular. Un vaso grande cuesta 30 pesos.
(Talcahuano 437, Microcentro / T. 5272-5070)
LICUADOS VEGGIE Y EXCÉNTRICOS
El restaurante Buenos Aires Verde (Gorriti 5657, Palermo / T. 4775-9594) es una fija para veganos y crudívoros. Y sus licuados ofrecen algunas variantes de las más originales de la ciudad, por ejemplo el Elixir de Frutos Rojos ($32), a base de frutos rojos y leche de almendras mezclado con azúcar, menta, vainilla y ¡Malbec! Pero el más extraño, seguramente, sea el licuado de palta, sólo para los aventureros veraniegos. Se trata de una mezcla de palta, leche de almendras, nibs de cacao y miel. Es cremoso, espumoso y dulce. Sabe a palta, sí; pero no de la forma en que una ensalada sabe a palta. Hay que probarlo para entender. Es rico y sorprendente. 29 pesos.
Fuente: http://www.planetajoy.com