La última jugada electoral de Hugo Chávez

El centro de la capital venezolana es monocromático: todo es rojo. Sólo la estampa con los ojos de Hugo Chávez en las camisetas de los jóvenes oficialistas modifican un poco el escenario.

Cuanto más en el centro se está, más evidente se hace la red chavista de propaganda. Pósters, camisetas, folletos, panfletos, diarios, libros, muñecos, discos… hay de todo.

Mientras los más osados bailan al ritmo de la pegadiza canción de la campaña, «Chávez, corazón del pueblo», los niños cruzan las calles con las manos en los oídos. Vibra. El centro de Caracas se mueve con la distorsión de los amplificadores.

Faltan horas para el cierre de campaña de Hugo Chávez, y sus seguidores ya están organizados. La actividad más recurrente es la de pintar banderas y carteles.

Todo está previsto para que dure una jornada entera. Desde las 6 de la mañana de este jueves 4 de octubre comenzarán a llegar los buses. Con la ayuda de los megáfonos, los jefes de cada “punto rojo” anuncian: “Nadie puede faltar. Vamos a ganar por 10 millones”.

La planificación lo es todo. El líder bolivariano no llegará hasta que se ponga el sol, por lo que pasarán más de 10 horas de espera.

Es la última apuesta del chavismo. A la medianoche de este jueves 4 de octubre comienza la veda electoral y la batalla se trasladará a las redes sociales, hasta que por fin llegue el 7 de octubre. Hasta ese día clave, la preocupación será llenar el corredor céntrico de Caracas. Henrique Capriles sorprendió,  y logró allí reunir más de un millón de personas el último domingo 30 de septiembre.

La imagen aérea será el certificado del éxito: como mínimo, el chavismo espera que esa foto se parezca a un hormiguero.

Fuente: america.infobae.com