Gina Rinehart, que amasa una fortuna de US$ 28.400 millones, fue demandada por tres de sus cuatro descendientes:
«No da un penique por proteger a sus nietos», reclaman
De acuerdo con un listado con las 200 personas más ricas del mundo, elaborado por la revista Business Review Weekly (BRW), la fortuna de Rinehart, de 58 años, ascendió a 28.400 millones de dólares. Quedó cerca de duplicar su riqueza en el último año.
En marzo, la revista Forbes había estimado que Walton -viuda de uno de los hijos del fundador de Walmart- era propietaria de una fortuna de unos US$ 25.300 millones, y que Rinehart tenía «apenas» US$ 18.000 en sus cuentas bancarias.
Según Andrew Heathcote, responsable por el listado de BRW, Gina Rinehart prácticamente duplicó su fortuna en apenas un año gracias a la elevación en los precios de materias primas y a dos contratos firmados en las áreas de carbón y mineral de hierro.
«El aumento (de su fortuna) no tiene precedentes. Es resultado de inversiones en el extranjero en nuevos proyectos, de un alza de la producción minera y de una valorización del mineral de hierro en los últimos seis meses», explicó Heathcote.
Si la valorización de las materias primas continúa, añadió, «una fortuna de unos 100.000 millones de dólares no es imposible».
Rinehart es una figura controvertida en Australia, donde encabeza una vigorosa campaña (titulada «Axe the tax»), fuertemente criticada por el Gobierno laborista, contra la introducción de tasas a la actividad minera.
La mujer, admirada por el electorado más conservador, suele negar la existencia del cambio climático y ha sido duramente cuestionada por el trato en sus empresas a la mano de obra asiática que emplea.
Además, tres de los cuatro hijos de la multimillonaria iniciaron procesos judiciales en su contra, por disputas relativas al control de las empresas de la familia.
«Cuando mi madre invierte unos cuantos millones de dólares para comprar Fairfax -uno de los conglomerados mediáticos más grandes del país-, sabe que va a captar atención. Pero no se va a gastar ni un penique en proteger a sus nietos de los riesgos que genera. Lo único que puedo hacer es decir a los secuestradores que ahí fuera están perdiendo su tiempo si creen que van a sacar algo de mi madre», le llegó a reclamar su hijo John.
Fuente: http://america.infobae.com