Según expertos, el formato de los vasos en que se sriven las bebidas alcohólicas incide en la percepción que tienen las personas que las consumen y las puede «engañar». A veces, parece poco pero resulta mucho…
Un artículo, escrito por un grupo de psicólogos, determinó que la forma de los vasos en que son servidas las bebidas alcohólicas puede «engañar» a las personas que las consumen e incitarlas a tomarlas más rápido o más lento.
Los distintos diseños de vasos, al mismo volumen de líquido, dan la apariencia de otro mayor o menor, dependiendo el caso, según explica la psicóloga Angela Attwood, de la Universidad de Bristol.
El estudio, realizado a 160 individuos, tuvo como objetivo observar y analizar cuánto afectaba la estructura de una «pinta» en el consumo de los bebedores.
La muestra se basó en jóvenes sanos catalogados como «bebedores sociales» (no alcohólicos) de acuerdo a los estándares de la OMS, quienes se les pidió que bebieran dos volúmenes de cerveza suave (entre 177 y 354 mililitros) en garrafas rectas o curvas mientras miraban un documental sobre la naturaleza.
Los resultados fueron llamativos. Aquellos que bebieron un vaso curvo lleno tardaron 8 minutos, mientras que los que bebieron en uno recto demoraron alrededor de 13 minutos. Sin embargo, no hubo diferencia para los recipientes llenos hasta la mitad.
«Los bebedores sociales calculan naturalmente el ritmo de consumo juzgando qué tan rápido llegan a la mitad de camino. Debido a que un cristal curvado cuenta con más cerveza en la mitad superior del mismo, inconscientemente motiva a los bebedores a acelerar», explicó Attwood.
De esta manera, la psicóloga sostuvo: «No podemos decirle a la gente que no beba, pero podemos darles un poco más de control».
¿Vas a seguir su consejo?
Fuente: http://www.cronica.com.ar/